9 abr 2012
El club de los schmittianos ataca de nuevo. Presidencialismo o derechos
La derecha académica norteamericana -la misma que abrió, en el derecho, la discusión a favor del uso de (ciertas formas de) la tortura- vuelve a cargar las armas a favor del Ejecutivo fuerte. No hay sorpresas: en los Estados Unidos (como en la Argentina), cuando la derecha schmittiana piensa en el sistema institucional, piensa en un Ejecutivo fuerte.
En todo caso, retomo la cuestión luego de leer el último libro de la temible pareja Adrian Vermeule y Eric Posner (el hijo del juez Richard P.), "The Executive Ubound" (el mismo duo había abierto, poco atrás, la discusión sobre la tortura, en "Terror in the balance").
El libro presenta un argumento schmittiano en favor del Ejecutivo fuerte, y plantea una discusión entre James Madison y Carl Schmitt. La sugerencia es que el esquema de "frenos y contrapesos" madisoniano ya no funciona más, en esta época, luego de las continuas delegaciones legislativas y poderes de emergencia delegados al Presidente. A partir de las crisis financieras y de seguridad, el Ejecutivo habría ido ganando facultades nuevas y márgenes más amplios de acción, a la vez que se recortaban derechos y se limitaban las posibilidades de participación política de la población (piénsese en las leyes antiterroristas de Bush en los Estados Unidos o de Kirchner en la Argentina).
Schmitt habría explicado, justificado y predicho estos cambios, básandose en ciertos problemas estructurales propios de las distintas ramas del gobierno. Ellas estarían afectadas por problemas diversos: déficit informativos; dificultades para actuar colectivamente; dificultades para actuar de manera coordinada. Estas deficiencias serían estructurales e irreversibles. Pero, nos agregan, no hay nada que temer: los liberales legalistas confunden controles al poder con controles legales. Estos no hay más, en el modo tradicional, pero hay otros controles, políticos (el voto periódico), que se incrementan en esta etapa de comunicaciones más fluidas.
Por supuesto, el libro se equivoca en casi todo: tanto en los aspectos descriptivos como normativos. Atribuye a los ciudadanos una capacidad de control a la que no se reconoce afectada (afectadísima) por los mismos problemas de coordinación, de acción colectiva, de información, que se reconoce que afectan a jueces y legisladores. Menosprecia las capacidades del Ejecutivo para auto-expandir su poder. Descuida atención sobre los poderes del Presidente para sacarse de encima los controles populares. Computa los riesgos de los excesos del Ejecutivo (política de torturas en los Estados Unidos, como Proyecto x, negociados megamineros o terciarización de la protesta en la Argentina) en balance con los supuestos beneficios de la centralización (como si fuera aceptable intercambiar "pérdida de ciertos derechos" con algunos hipotéticos beneficios macro-económicos). Se desinteresa por los modos en que la centralización del poder favorece a los grandes grupos económicos (que ya no tienen que presionar más que sobre uno). No presta atención a los modos en que las decisiones híper-centralizadas son más proclives a ser decisiones errónneas (dada, justamente, la falta de controles y chequeos de información). (Antológicas, por los demás, las consideraciones que hacen sobre las dictaduras y cuasi-dictaduras).
Más sofisticada que antes, la dupla Vermeule-Posner representa a la derecha schmittiana de siempre: La que hoy pide más presidencialismo, la que ayer daba argumentos para avalar la tortura.
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22 comentarios:
Estimado Roberto, desde Derecho UChile, te recomiendo hecharle un vistazo al ultimo libro de Bruce Ackerman 'The Decline and Fall of The American Republic´ en él se aborda cómo la presidencia americana se ha transformado en la plataforma institucional de un extremismo carismatico y de una burocracia fuera de toda legalidad. Panorama similar a la Ejecutivización del sistema aqui en el Sur. Saludos,
correcto, libro criticado desde el arranque, por v y p, a raiz de sus posiciones normativas, aunque elogiado por ellos por su descripcion del tema
yo no entiendo por que consideras de derecha estar a favor de la tortura. castro tambien lo esta
A los radicales: si Alfonsín hubiera derrotado a los carapintadas, no se explica que miles de "subordinados" asesinos y toruradores sigan libres, y que Rico sea candidato hasta el día de hoy. A los kirchneristas: si la Obediencia Debida fue tan mala, no se entiende porqué los subordinados siguen sin pena y Rico... militó en el kirchnerismo. El kirchnerismo es tan transformador como el alfonsinismo. Perdón, quise decir tan poco transformador. La casa está en orden.. (por ahora)
Esta crítica no los deja muy bien parados a los autores...
http://www.nytimes.com/2011/03/13/books/review/book-review-the-executive-unbound-by-eric-a-posner-and-adrian-vermeule.html?pagewanted=all
Lo que escribe en general Posner me da asco, desde tortura hasta las justificaciones de los crimines de Israel en Palestina. Pero dice algo que si me parece cierto: el presidencialismo extremo norteamericano es aceptado --y hasta deseado-- en la población yanqui. No hay confrontación entre Presidente y el Congreso en la que el Ejecutivo no gane en las encuestas de opinión publica. Basta escuchar las criticas, preguntas, reacciones durante las primarias para ver que lo que mas le interesa al publico es la cuestión de "carácter" del candidato. Rara vez el tema principal son políticas propuestas.
No leí el libro, pero la crítica de Mansfield me pareció más una discusión entre idealismo y realismo, o entre el lugar de la teoría política y la teoría del derecho que una demolición del argumento de fondo (que sin haber leído el libro en cuestión, se me sigue escapando... ¿la propuesta es reemplazar a Madison por Schmitt en vista a de los cambios recientes en el sistema político estadounidense?, ¿es una advertencia sobre el avance irrefrenable del ejecutivo?, ¿una celebración de ese avance?)
En todo caso, parece muy acertada la crítica metodológica al final de la recensión.
Sólo la derecha tortura? Por favor, hay que intentar salir del oscurantismo...se torturó y lamentablemente se tortura desde la derecha y también desde la izquierda más radicalizada.
Hay decenas de ejemplos en la historia.
La tortura no es ni de derecha ni de izquierda, es inmoral.
A.
Mientras los schmittianos, nacionalistas, populistas y conservadores buscan imprimir sobre la realidad la lógica nosotros-ellos, marcando una distancia irremontable entre el nosotros que gobierna y el ellos gobernado, una distancia que debe mantenerse a rajatabla a fuerza de promover la antinomia y el conflicto, los buberianos, universalistas, federalistas y progresistas son partidarios de la lógica yo-tú y sólo están dispuestos a ver en la democracia una manera amigable y dialogal de acercar posturas contrapuestas. El conflicto y la antinomia no son para el buberiano objetivos a perseguir por una política democrática. Son, por supuesto, características inocultables de la realidad cotidiana; y, a veces también, son características insuperables. Sin embargo, ningún buberiano se sentiría cómodo con quedarse de brazos cruzados viendo cómo la sociedad se divide cada día más entre quienes apoyan a un gobierno y quienes lo rechazan.
http://www.eldiplo.org/154-el-subsuelo-en-disputa/las-contradicciones-del-progresismo-liberal?token=&nID=1
aunque entiendo que no, te pregunto: ¿esta sería la derecha schmittiana argentina? y digo que no porque no me parece análoga la concentración de poderes en el ejecutivo de países imperiales (con capacidad de intervención política, económica y militar en el mundo) que en países en busca de su liberación, en los cuales muchas veces —como lo dice Etchemendy— las viejas estructuras liberales (federalismo, parlamentos, justicia) funcionan como refugios de los poderes tradicionales.
y muy grosas las crónicas de chicago
Robert... no vas a decir nada de righi.. rafecas ..rivolo.. boudou..? necesitamos tu ... parecer .. :(
no van a sacar algun documento los de plataforma 12 sobre este nuevo bochorno k?
Roberto,
Seguimos esperando que nos expliques por qué la tortura es de derecha teniendo en cuenta la experiencia de Pol Pot, Mao, Stalin, Sendero Luminoso, las FARC, etc, etc.
Yo diría que la tortura es antiliberal, y que hay sectores de izquierda y derecha que son antiliberales y que justifican la tortura y otras prácticas aberrantes.
NO TENEMOS UNA PRESIDENTE , TENEMOS UNA ESTAFADORA SERIAL
quien es "seguimos esperando"? un par de anónimos?
Gargarella, acaban de certificar por completo la defunción de la independencia del Ministerio Público Fiscal y para colmo pretenden nombrar a un señor sin trayectoria y con antecedentes penales. Creo que ameritaría un post suyo.
chalo, bueno, es importante asumir que los schmittianos argentinos también son de derecha, aunque se reivindiquen de otro modo (esa es mi opinión). el art. de s.e. me parece otra vez malo y mal argumentado, debería contestarle pero ahora estoy terminando un libro y no tengo energía. en todo caso, en el libro reivindico la tradición latinoamericana que el ignora: de izquierda y absolutamente anti presidencialista. pero me extraña que el no advierta lo obvio, que es como en contextos de concentración de poder y desigualdad económica, el poder centralizado se expande hasta que estalla, y ha venido siempre de la mano de graves violaciones de derechos humanos, las mas graves. pero bueno, para el la tortura, la patota, la protesta terciarizada, la muerte de mariano ferreyra, son preocupaciones liberales. sino no estaría en la función publica en donde esta, diciendo lo que dice
No existen más los viejos conceptos de derecha e izquierda... hoy USA y CUBA son derecha, porque no respetan la libertad de expresión, la participación real de los ciudadanos, los elementos básicos de igualdad ante la ley y la justicia...DEFENDER ESTO ES HOY IZQUIERDA, lo demás es fascismo en la versión light (o nada light)...
Ser antiimperialista, o antioligarca, no hace a nadie de izquierda, según esta concepción...
Anónimo de las 11.13.
Error: este sujeto sí tiene trayectoria. Su actuación en la SIGEN, le habilita para lo que se quiere hacer ahora con la Procuradoría General.
Lindo RJB y olvidamos o salteamos cualquier discusion sobre el derecho de propiedad, lindo..
vhg
si y acuerdo con vos, pero ¿no hay ejemplos también de una tradición republicana americana que propuso centralizar el poder y barrer con las aristocracias provincianas, avanzando así contra el federalismo, por ejemplo? me refiero al proyecto de moreno en los primeros momentos de la revolución de mayo. no digo que los ejecutivos latinoamericanos actuales sean un ejemplo análogo, pero sí que muchas veces los parlamentos, la justicia o las provincias sirven de refugio a los poderes tradicionales (menem en el senado, el parlamento hondureño cubriendo legalmente y mintiendo escandalosamente acerca del golpe de estado, secuestro y expulsión de zelaya, jueces en contra de leyes en algo redistributivas). y quizas ahí, en ese unico momento, la forma de barrer esos quistes aristocráticos sea una transitoria forma de centralización del poder, ya lenin y su teoría del "centralismo democrático".
Independientemente de la posición política de quien gobierna, cuando es conveniente, siempre se puede justificar la tortura:
'la forma de barrer esos quistes aristocráticos sea una transitoria forma de centralización del poder, ya lenin y su teoría del "centralismo democrático".'
'la dupla Vermeule-Posner representa a la derecha schmittiana de siempre: La que hoy pide más presidencialismo, la que ayer daba argumentos para avalar la tortura.'
Videla:"Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión", asegura Videla en el libro. "Por su preparación militar e ideológica, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) era más enemigo que Montoneros; era algo ajeno, otra cosa. Montoneros guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del peronismo con el que había nacido"
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