El excelente texto leído por el actor Manuel Callau, en representación de Plataforma 2012, en el aniversario de la masacre de Once
http://www.lanacion.com.ar/1556972-abucheos-a-cristina-y-de-vido-en-el-acto
http://www.lanacion.com.ar/1557062-manuel-callau-mas-alla-de-las-banderias-hay-que-posicionarse
http://www.lanacion.com.ar/1556992-el-texto-completo-de-plataforma-2012-la-masacre-de-once-expresa-de-modo-paradigmatico-un-modelo
Plataforma 2012, a un año de la masacre de Once
Hoy, 22 de febrero del 2013, estamos junto a las madres y los padres, los hijos, los familiares, los heridos y todos aquellos que de una u otra manera han sufrido directamente el dolor de una tragedia que enluta la vida de los argentinos.
Revivimos hoy ese miércoles 22 de febrero de 2012, cuando a las 8.32 hs., en plena hora pico, una multitud emprendía el camino hacia su lugar de trabajo, como todos los días. Sin embargo ese miércoles, en un tren de Buenos Aires, la rutina estalló.
Los 52 muertos se hacen presentes hoy sobre todos aquellos que, como los 703 heridos y los cientos de pasajeros que viajaban en aquella formación del Sarmiento, no podrán borrar de sus mentes las imágenes, los sonidos y hasta los olores del horror, percepciones y sentimientos que también resuenan en todos nosotros.
Sobre aquel dolor inefable cayó un primer anatema: “esa costumbre de los argentinos de viajar en los primeros vagones”. Así, el ex Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi iniciaba el viejo y triste ejercicio de culpabilizar a las víctimas, mostrando de paso su absoluto desprecio por los trabajadores. En la conferencia de prensa en la que Schiavi volvió a aparecer, esta vez junto al Ministro de Planificación Julio De Vido, y en la que no se admitieron preguntas de los periodistas, se anunció que el gobierno - en una estrategia de auto-victimización, tendiente a invertir la realidad de los hechos y a forjar el camino de su propia impunidad - se presentaría como querellante en la causa. Pocos días después la Ministra de Seguridad reproducía la inducción de culpabilidad sosteniendo que Lucas Menghini viajaba en un lugar inadecuado. Las palabras inconcebibles pronunciadas por dichos funcionarios fueron apuntaladas por la Presidenta de la Nación el siguiente lunes 27 en Rosario, después de varios días de inexplicable silencio. Cristina Fernández de Kirchner dijo entonces que el gobierno esperaría los resultados de la investigación judicial para tomar las medidas pertinentes, como si no fueran de público conocimiento el estado de abandono de los trenes de pasajeros y la cadena de corrupción vinculada a su concesión, que tiene nombres y apellidos. En el discurso de apertura de las sesiones parlamentarias atribuyó al pago de las deudas del corralito la insuficiencia de inversiones en el sector, ocultando la realidad de los subsidios millonarios que la concesionaria Cirigliano recibió durante largos años y que provienen de las arcas del Estado.
¿Es que el gobierno no se daba por enterado de las denuncias expresadas de las más diversas formas? No sólo hubo a lo largo de estos años estallidos populares espontáneos que daban cuenta del deterioro que no garantizaba las condiciones básicas para el funcionamiento seguro del ferrocarril. También la Auditoría General de la Nación y los propios delegados de los trabajadores del Sarmiento habían alertado una y otra vez sobre los peligros que se cernían y que finalmente desencadenaron la tragedia.
La política de vías férreas concesionadas a empresarios privados, iniciada por Carlos Menem, que provocó el despido de 80.000 trabajadores, la desaparición de decenas de pueblos y el saqueo del patrimonio nacional, se mantuvo sin variaciones hasta hoy. Distintas corporaciones se beneficiaron de las ganancias que producen los trenes de carga mientras que los millonarios subsidios estatales que tenían que ser destinados al mantenimiento y al funcionamiento eficiente y seguro de los trenes de pasajeros terminaron engordando los bolsillos de grupos amigos como los hermanos Cirigliano de TBA, cuya relación con el gobierno fue denunciada desde que se iniciaron los juicios al ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime.
A un año de la masacre, y a pesar de los avances de la causa penal - que al agravar los procesamientos contra los ex funcionarios Jaime, Schiavi y Luna e incluir dentro de los procesados al ex interventor de la CNRT Antonio Sicaro reconoce la ineludible responsabilidad del Estado - el Poder Ejecutivo soslaya una y otra vez, mediante un agraviante silencio, toda referencia a las víctimas. Los rimbombantes anuncios sobre el mejoramiento de la infraestructura ferroviaria evitan toda mención a la tragedia. Silencio, anuncios épicos e insólita auto-victimización contrastan con la evidencia de los hechos. Más allá del discurso sobre la recuperación de los trenes “en talleres argentinos y por trabajadores argentinos”, en realidad los acuerdos sobre la compra de 409 vagones a la empresa china CRS vienen a refrendar la convicción de que el Gobierno no está pensando el sistema ferroviario en clave de reconstrucción de la industria nacional ni de protección de los usuarios.
La masacre de Once expresa de modo paradigmático un “modelo” cuya base fue impulsada por las reformas neoliberales de los años ’90, y que fue profundizada y consolidada, bajo diversas metodologías y alianzas, en los últimos diez años. No fue una fatalidad ni un accidente, sino un crimen social largamente anunciado. Desde Plataforma 2012 expresamos nuestra solidaridad con las víctimas y nos sumamos a su infatigable lucha por la verdad y la justicia. ¡Que el crimen no quede impune!
Buenos Aires, Estación de Once, 22 de febrero de 2013
Hoy, 22 de febrero del 2013, estamos junto a las madres y los padres, los hijos, los familiares, los heridos y todos aquellos que de una u otra manera han sufrido directamente el dolor de una tragedia que enluta la vida de los argentinos.
Revivimos hoy ese miércoles 22 de febrero de 2012, cuando a las 8.32 hs., en plena hora pico, una multitud emprendía el camino hacia su lugar de trabajo, como todos los días. Sin embargo ese miércoles, en un tren de Buenos Aires, la rutina estalló.
Los 52 muertos se hacen presentes hoy sobre todos aquellos que, como los 703 heridos y los cientos de pasajeros que viajaban en aquella formación del Sarmiento, no podrán borrar de sus mentes las imágenes, los sonidos y hasta los olores del horror, percepciones y sentimientos que también resuenan en todos nosotros.
Sobre aquel dolor inefable cayó un primer anatema: “esa costumbre de los argentinos de viajar en los primeros vagones”. Así, el ex Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi iniciaba el viejo y triste ejercicio de culpabilizar a las víctimas, mostrando de paso su absoluto desprecio por los trabajadores. En la conferencia de prensa en la que Schiavi volvió a aparecer, esta vez junto al Ministro de Planificación Julio De Vido, y en la que no se admitieron preguntas de los periodistas, se anunció que el gobierno - en una estrategia de auto-victimización, tendiente a invertir la realidad de los hechos y a forjar el camino de su propia impunidad - se presentaría como querellante en la causa. Pocos días después la Ministra de Seguridad reproducía la inducción de culpabilidad sosteniendo que Lucas Menghini viajaba en un lugar inadecuado. Las palabras inconcebibles pronunciadas por dichos funcionarios fueron apuntaladas por la Presidenta de la Nación el siguiente lunes 27 en Rosario, después de varios días de inexplicable silencio. Cristina Fernández de Kirchner dijo entonces que el gobierno esperaría los resultados de la investigación judicial para tomar las medidas pertinentes, como si no fueran de público conocimiento el estado de abandono de los trenes de pasajeros y la cadena de corrupción vinculada a su concesión, que tiene nombres y apellidos. En el discurso de apertura de las sesiones parlamentarias atribuyó al pago de las deudas del corralito la insuficiencia de inversiones en el sector, ocultando la realidad de los subsidios millonarios que la concesionaria Cirigliano recibió durante largos años y que provienen de las arcas del Estado.
¿Es que el gobierno no se daba por enterado de las denuncias expresadas de las más diversas formas? No sólo hubo a lo largo de estos años estallidos populares espontáneos que daban cuenta del deterioro que no garantizaba las condiciones básicas para el funcionamiento seguro del ferrocarril. También la Auditoría General de la Nación y los propios delegados de los trabajadores del Sarmiento habían alertado una y otra vez sobre los peligros que se cernían y que finalmente desencadenaron la tragedia.
La política de vías férreas concesionadas a empresarios privados, iniciada por Carlos Menem, que provocó el despido de 80.000 trabajadores, la desaparición de decenas de pueblos y el saqueo del patrimonio nacional, se mantuvo sin variaciones hasta hoy. Distintas corporaciones se beneficiaron de las ganancias que producen los trenes de carga mientras que los millonarios subsidios estatales que tenían que ser destinados al mantenimiento y al funcionamiento eficiente y seguro de los trenes de pasajeros terminaron engordando los bolsillos de grupos amigos como los hermanos Cirigliano de TBA, cuya relación con el gobierno fue denunciada desde que se iniciaron los juicios al ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime.
A un año de la masacre, y a pesar de los avances de la causa penal - que al agravar los procesamientos contra los ex funcionarios Jaime, Schiavi y Luna e incluir dentro de los procesados al ex interventor de la CNRT Antonio Sicaro reconoce la ineludible responsabilidad del Estado - el Poder Ejecutivo soslaya una y otra vez, mediante un agraviante silencio, toda referencia a las víctimas. Los rimbombantes anuncios sobre el mejoramiento de la infraestructura ferroviaria evitan toda mención a la tragedia. Silencio, anuncios épicos e insólita auto-victimización contrastan con la evidencia de los hechos. Más allá del discurso sobre la recuperación de los trenes “en talleres argentinos y por trabajadores argentinos”, en realidad los acuerdos sobre la compra de 409 vagones a la empresa china CRS vienen a refrendar la convicción de que el Gobierno no está pensando el sistema ferroviario en clave de reconstrucción de la industria nacional ni de protección de los usuarios.
La masacre de Once expresa de modo paradigmático un “modelo” cuya base fue impulsada por las reformas neoliberales de los años ’90, y que fue profundizada y consolidada, bajo diversas metodologías y alianzas, en los últimos diez años. No fue una fatalidad ni un accidente, sino un crimen social largamente anunciado. Desde Plataforma 2012 expresamos nuestra solidaridad con las víctimas y nos sumamos a su infatigable lucha por la verdad y la justicia. ¡Que el crimen no quede impune!
Buenos Aires, Estación de Once, 22 de febrero de 2013
16 comentarios:
Finalmente, RG, la Presidente decidió hablar sobre la tragedia de Once. En su discurso, se solidarizó con las víctimas y familiares, a la vez que los instó a no bajar los brazos hasta que se haga justicia. Como ejemplo de persistencia y coraje en el tiempo, volvió a traer a colación la figura de Abuelas, quienes debieron esperar más de 30 años para que comience a hacerse justicia.
El discurso de la Presidente fue lamentable y contó con una réplica perfecta en las palabras de la madre de Lucas Menghini Rey. El discurso de Cristina vuelve a ser la demostración más palpable de lo lejos que está el kirchnerismo de la realidad. Viven en un mundo paralelo y lo que ellos ven como un discurso conciliador y hasta afectuoso, puede terminar suscitando las reacciones más adversas y el encono más visceral.
El Imparcial del Norte
Callau patetico! otro que deje de respetar
Estoy de acuerdo con el comienzo pero no con la conclusión, porque el pedido de justicia QUE se hace desde lo más visceral no es la expresión de un extremo "del discurso político de la Presidenta", sino del dolor profundo de las víctimas, por la búsqueda de justicia y el castigo a los culpables que interpela, denuncia y apela a la Presidenta.
La absoluta falta de empatia y responsabilidad que señala el imparcial del norte con que se maneja y manejo la presidenta al invocar a su perdida personal -que no es atribuible como en el caso de la tragedia de Once a la corrupción sistemática- corrobora la denuncia de que esta tragedia es el paradigma de las consecuencias de esta forma de administrar -tan pesimamente mal- la cosa publica.
Escuchando las sirenas y ruidos de ambulancias del homenaje, me estremecí como en los del atentado a la Amia... Tristes coincidencias... Todas estas muertes... cuanto dolor evitable....
si, patetico. supongo que para vos la culpa la tuvieron los negritos que se amontonaron en el primer vagon, y ademas no en un dia feriado. irresponsables! echarle la culpa a la presidenta y scirigliano, que solo se preocupaban por la suerte de los viajantes
esta mañana por TN ...rosas rojas sobre el andén, rosas rojas sobre el anden,...y velas al costado del anden ...el llanto en silencio de los familiares ... los carteles: justicia. justicia. justicia, llenandolo todo... llenando ese silencio.
silencio que el gobierno rompio para decir buscaremos justicia buscaremos la verdad..un año despues..un siglo despues... el silencio del gobierno ante la marcha...el silencio del gobierno frente a lo que pasa....el silencio de 51 ausencias.
Imposible no sentirse profundamente conmovido con el dolor de los familiares. Excelente todo lo que dijeron los padres de Lucas... y todos, desenmascarando el gobierno corrupto e hipocrita.
Solo una persona perversa, insensible, una psicopata como CK puede sobreponerse a lo q paso hoy, esto es mucho peor q el 8N.
Estimado Roberto: no es posible olvidar que a la cotidiana evidencia del estado de los trenes, se sumaba las constantes denuncias de los delegados de base tanto respecto a las condiciones, como a la irresponsabilidad de las empresas y de los organismos del Estado. Si toda tragedia siempre se presenta como evitable, y su acaecimiento nos refiere a la negligencia, culpa, o directamente complicidad de sus responsables, la de Once presenta todos los ingredientes que no solo reunen todos estos elementos, sino que revelan la perversidad constitutiva del sistema. muchos saludos pablo
politiqueria clarinista sobre lo de ONce...en fin, estaban solamente los familiares, ni siquiera pudieron acarrear algunos cacerolos como en el 8N.....CFK mala mala, nosotros buenos buenos, justicia dice el que titó la bengala de Cromagnon...ah, Magnetto sigue comprando jueces y juntando guita. Y siguen robadas la identidad de los dos secuetrados que hacen de "hijos" de la Noble Ernestina.....segui con tus mentiritas del mínimos Dworkin doctorcete
no se trata de mala, se trata de que es responsable de la muerte. por usar los fondos de los trenes para hacer negocios y recibir retornos, a pesar de las denuncias. total que importa,como mucho mueren unos negritos apurados por bajar
RG esas primeras palabras de Schiavi, lo del amontonamiento en el primer vagón, lo del feriado, me resuenan ahora otra vez cuando veo el asesinato del vigilador por parte del hijo de Aliverti. Otra vez ponen la culpa en el más débil, viendo un gesto de irracionalidad -ir en bicicleta por la autopista- donde impera la racionalidad elemental de la supervivencia, que ellos desconocen tan brutalmente porque suponen que el país es una maravilla. Es lo mismo, no pueden entender que alguien no vaya por colectora por miedo a que lo roben, yendo a su trabajo precario, explotado, mal pago, sin medios de transporte seguros, sin seguridad en el trayecto.
Es lo mismo que en Once, privilegiados que obtienen, sostienen y aumentan sus privilegios con la explotación de los más débiles y no se hacen cargo cuando toda esa precariedad se les viene encima.
El hijo de Aliverti era un tipo con todas las oportunidades, toda la educación, salud, con todas las posibilidades para intuir la gravedad de sus actos, que puede darse el lujo de ir en su auto por una autopista mantenida con impuestos de ese tipo que iba en bicicleta, y le chupó todo un reverendo huevo. Tienen que empezar a hacerse responsables de sus actos, no puede ser que las clases acomodadas no reciban la más fuerte de las condenas -al menos- sociales por lo que hacen.
Gracia calmate por favor. Y Martín: ordená tus vínculos con la realidad. No da lo mismo todo. Y unas palabras para RG: terminá con los de "negritos", es vergonzoso darle aval a un lenguaje tan miserable.
De una deficiente infraestructura se derivan servicios deficientes. Toda Latinoamérica padece una deficiente infraestructura. Sin embargo, han tenido que adoptar políticas de transferencia directa a los sectores más humildes y ha debido crear empleo con medidas soberanas como nacionalización y estatizaciones. Conclusión: además de medidas sociales directas, hacen falta reformas (inclusive constitucionales) para que los actores sociales beneficiados por estas políticas puedan empoderarse.
la respuesta de la presidenta a la marcha fue el silencio, la respuesta a los saqueos de navidad el silencio su mensaje de navidad un gran silencio y frente al 8N y 13 un silencio mas profundo aun. Los familiares de los atentados de AMIA solo enfrentan el silencio y luego de la sancion de la ley este miércoles tendran al silencio por toda respuesta a sus lágrimas.
Cabe preguntarse si hay alguien allí en el sillón presidencial ... justo como en venezuela.
capanatay, convencido de que tu mision es embarrar la cancha (hemos tenido varios como vos por este blog), voy a suspender tus apariciones por aca. ahora deberia salir a decir que estas loco, que tu mensaje da verguenza: estamos hablando de la masacre provocada por el gobierno en el once, de los 51 muertos que justificarian volar a toda la cupula del gobierno (destituirla), y vos venis a decir que las medidas soberanas, que la recuperacion del obrero: los mataron como perros, y no les intereso. son unos asesinos. los obreros para el gobierno son la basura, la escoria, se murieron porque iban apurados al primer vagon, como dijo schiavi, porque se ibicaron en el lugar equivocado, como dijo garre. y no pasaron todavia por situaciones de real dolor, como les dijo la presidenta. vos, y ellos, vayanse de aqui
RG: una respuesta sistémica.
Capatanay por lo menos tengo vínculos con la realidad.
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