Steven Levitsky es, por varias razones, uno de los mejores cientistas políticos de la actualidad. Su obra es muy buena y muy vasta, él tiene un gran rigor analítico, ha hecho mucho y muy buen trabajo de campo (por ejemplo, sobre el peronismo en el Gran Buenos Aires). Su trabajo es además muy influyente, se trata de una persona comprometida, que tiene rigor conceptual a la vez que muestra una agenda académica con un ojo muy puesto en problemas de actualidad. Para colmo, es muy listo, habla muy buen castellano, y tiene un enorme interés por América Latina (un gran reportaje a SL, acá).
En el último tiempo, estuve trabajando sobre dos de sus últimos libros, uno del cual es coautor, Competitive Authoritarianism. Hybrid Regimes After the Cold War -un trabajo tremendamente ambicioso tratando de dar cuenta de un nuevo tipo de autoritarismo que al mismo tiempo convive con elecciones periódicas y cierto respeto (menguado pero respeto al fin) de básicas libertades cívicas- y otro que coedita, The Resurgence of the Latin American Left. Me quedo por ahora con este último, en donde él y su coeditor analizan (en el prólogo y en las conclusiones), de modo muy lúcido, crítico e informado a los recientes gobiernos latinoamericanos, instalados luego del período de crisis neoliberal.
Por supuesto que definir qué es la izquierda es un problema: la academia siempre ha tenido dificultades para hacerlo, y la política ha querido designar con el concepto de "izquierda" a casi cualquier cosa (en los 60 para reivindicar a lo designado, en los 70 para identificar al enemigo, en los 80 para diferenciarse prolijamente de ella, en los 90 para ridiculizar al contrario, en los últimos tiempos, para ganar legitimidad). Se trata, por tanto, de un problema importante, dadas sus implicaciones.
Me sorprende mucho, por tanto, la definición por la que opta en el libro, para hablar de izquierda. Los autores son conscientes de los problemas citados, pero aún así -y tratando de mejorar las malas ofertas existentes- proponen su propia definición, que encuentra una versión corta y una explicación más larga. La versión corta dice: "the Left refers to political actors who seek, as central programmatic objective, to reduce social and economic inequalities." Y la idea es que ese grupo político, una vez llegado al poder, debe mantener substantivamente esos objetivos (sino, dejan de ser considerados de izquierda -sería el caso de Alan García en Perú).
La explicación larga ya pasa a abarcar casi todo lo imaginable. Dice que "Left parties seek to use public authority to distritbute wealth and/or income to lower-income groups, erode social hierarchies and strengthen the voice of disadvantaged groups in the political process. In the socioeconomic arena, left policies aim to combat inequalities rooted in market competition and concentrated property ownership, enhance opportunities for the poor, and provide social protection against market insecurities. Although the contemporary Left does not necessarily oppose private property or market competition, it rejects the idea that unregulated market forces can be relied on to meet social needs...In the political realm, the Left seeks to enhance the participation of underprivileged groups and erode hierarchical forms of domination that marginalize popular sectors. Historically, the Left has focused on class differences, but many contemporary Left parties have broadened this focus to include inequalities rooted in gender, race or ethnicity...
La ventaja de la definición que él emplea (que, insisto, mejora a las que suelen utilizarse en la academia contemporánea) es que recoge ciertos usos habituales del lenguaje. La gran desventaja es que, además de imprecisa, termina designando dentro del campo de la izquierda a algunos gobiernos que (lo reconoce) no desafían la propiedad privada, no van hacia el socialismo, no pueden considerarse siquiera social demócratas, no generan relaciones más igualitarias, concentran el poder, no democratizan la sociedad, asumen comportamientos autoritarios, persiguen a minorías, y para colmo no tienen nada que ver con la tradición de los partidos y programas de la izquierda, ni con la historia del radicalismo político latinoamericano. Un poco demasiado.
6 comentarios:
" no desafían la propiedad privada, no van hacia el socialismo, no pueden considerarse siquiera social demócratas, no generan relaciones más igualitarias, concentran el poder, no democratizan la sociedad, asumen comportamientos autoritarios, persiguen a minorías, y para colmo no tienen nada que ver con la tradición de los partidos y programas de la izquierda, ni con la historia del radicalismo político latinoamericano."= fascistas argentinos= kirchnerismo, Perón, etc
De acuerdo Roberto con tu crítica por "no generan relaciones más igualitarias, concentran el poder, no democratizan la sociedad, asumen comportamientos autoritarios, persiguen a minorías"; nohay izquierda limitada sólo a lo económico social si al mismo timpo no promueve o, peor aún,va en sentido contrario a la democratización.
Por el contrario,cuando decís "no desafían la propiedad privada, no van hacia el socialismo, no pueden considerarse siquiera social demócratas" creo que omitís que un gobierno puede, en un marco y contexto dado,no tener la fortaleza o base social para hacer eso y ser de izquierda si promueve mejoras tanto en lo político en el sentido que vos citás, como en lo económico si mejora la distribución del ingreso o la situación de los grupos más sumergidos.
Obviamente esa evaluación de condiciones de posibilidad siempre es subjetiva pero creo que el problema es tener una visión absoluta de lo que es ser de izquierda y no relativa o tendencial.
Por último no se cuál es el valor en sí mismo de tener "que ver con la tradición de los partidos y programas de la izquierda, ni con la historia del radicalismo político latinoamericano"
bueno, es como si definís al peronismo desvinculado de lo que fue peron, algo asi. simplemente no se entendería tu definición como tal
lo que pasa es que ahí vas a trasladar el problema de la definición al pasado y a quién se le aplicaría ladefiniciónde izquierda hacia atrás. Por otro lado estaba lo que te comenté sobre propiedad privada, etc.
Luego vemos que pasa si no puede llevar adelante, digamos, la reforma agraria, pero el desafortunado a la propiedad privada no puede ser un elemento no central, en su caso unánimemente ausente
sigo pensando que hay una diferencia no saldada entre una visión más absoluta de lo que es la izquierda y una más relativa o tendencial.
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