29 jun 2013

Levitsky y la izquierda latinoamericana III


Las razones de mi incomodidad con la definición que da Levistsky (apuntadas rápidamente en el primero de estos posts) son varias. Vayan aquí algunas

1) Su definición no pone como elemento central y definitivo de un gobierno de izquierda la democratización del poder político, lo que permite que se considere como perfectamente de izquierda a un gobierno esencialmente autoritario y de autoridad concentrada. La izquierda debe ver a dicho resultado (un gobierno de izquierda con poder centralizado y rasgos autoritarios), en el peor de los casos, como una tremenda anomalía, y no como una posibilidad perfectamente situable en el centro mismo de su menú de opciones. (mi definición se sitúa, en cambio, muy cómodamente en relación con estos criterios)

2) Por el lado de la democracia económica las cosas también van mal, en relación con lo que la definición de SL nos propone. Tomemos, por caso, el Manifiesto Comunista (al que no menciono como "biblia" de la izquierda, pero sí como texto que no puede sino ser central a esa tradición). El Manifiesto dice que si debiera resumir toda su doctrina "en una única frase", ella sería la "abolición de la propiedad privada." Desde mi definición de lo que es la izquierda, esta frase hace perfecto sentido: un partido de izquierda no puede dejar de abogar por dicho ideal, al que conseguirá realizar en mayor o menor grado. Toda la tradición de los partidos de izquierda europeos incluyó, en sus programas, referencias más o menos severas a la abolición de la propiedad privada. En todo caso, ese ideal debe ocupar siempre un lugar fundamental en el programa y en la práctica de un partido o movimiento o grupo de izquierda. Conforme a la definición de SL, en cambio, NINGUNO de los partidos que él define como de izquierda cuestionan seriamente a la propiedad privada, y ello no representa problema alguno para hablar de tales partidos como de izquierda ("Even in Venezuela, shere the rejection of the neoliberal model has benn most thorough...changes in private ownership and state-market relations after a decade of Chavismo remain far short of historical model of socialism", p. 19). En mi opinión, en cambio, se trata de una ausencia demasiado crucial para decir que estamos frente a un gobierno de izquierda

3) Pensemos en las Revoluciones de 1848, sus líderes y sus escribas. Se trataba de los "pensadores de la libertad" -Quinet, Michelet, Lamennais-, se trataba de las "revoluciones democráticas," de demandas por sufragio universal, libertad de prensa, abolición de privilegios, gobierno de los trabajadores. Siempre se consideró a estas demandas de las revoluciones de 1848, como demandas -fuertemente políticas- de la izquierda. Se trata de reclamos dirigidos esencialmente a la democratización de la sociedad, a la democratización de las relaciones políticas. Esos reclamos no pueden, creo, quedar en el círculo exterior o eventual de un gobierno de izquierda. No pueden ser un elemento reemplazable, a considerar. No puede haber indiferencia hacia tales ideales. Estos reclamos deben ocupar un lugar central en los programas y prácticas de un gobierno de izquierda. La definición de SL no otorga a tales reclamos, históricamente tan importantes para la izquierda, un lugar central

4) Veamos la recepción latinoamericana de ideales de izquierda como los hasta aquí citados. Veamos la larga tradición antipresidencialista del radicalismo político latinoamericano. Veamos los reclamos artiguistas por la democracia política y la democracia económica en su "Reglamento Provisorio". Veamos la recuperación que se hace en América Latina de las Revoluciones del 48. Veamos el panfleto "Pan y libertad," de Santiago Arcos. Veamos al tremendo programa "El gobierno de la libertad", de Francisco Bilbao. Veamos a los republicanos latinoamericanos reclamando "propiedad para todos."Según entiendo, todos ellos, de modo más o menos articulado, hicieron reclamos bastante consistentes por la igualdad política y la igualdad económica, que describo como ideales centrales para la izquierda. Claramente así en el siglo xix. No veo por qué, a la hora de definir a la izquierda latinoamericana, debamos cerrar los ojos ante -o directamente ignorar a- dicha tradición. Mi definición toma a tales antecedentes como centrales. La definición de SL, simplemente, no los considera

5) La definición de SL ratifica la que es, para mí, la peor versión de la pretendida izquierda latinoamericana: la que hace un giro extremo en el siglo xx, para confirmar el doble abandono de sus compromisos iniciales -compromisos que eran consistentes con los de toda la izquierda hasta entonces conocida. Quiero decir, la izquierda abandona entonces el doble compromiso con la democratización política -y la crítica radical al híper presidencialismo- y la cuestión social -con su mirada escéptica sobre los derechos- para abrazarse a las recetas del conservadurismo, en materia de organización del poder ("el cambio sólo puede ser "top-down," de arriba abajo); y del liberalismo, en relación con la cuestión social (lo que lo lleva a abandonar su crítica radical a la propiedad privada, y a reclamar más y más derechos como remedio a la cuestión social que antes encaraba con medidas estructurales, que sólo en última instancia se reflejaban en reclamos liberales por más derechos).


6) La definición que toma SL le impide catalogar como de izquierda a gobiernos que él sí querría catalogar como tales, que no llegan con un programa de izquierda pero que consistentemente desarrollan políticas cercanas a las que se describen en su texto (pienso, por caso, en el gobierno de Velasco Alvarado en Perú, que llega a través de un golpe de estado). El requisito "puerta de entrada" se revela así como sobreexigente en los propios términos de la definición de SL. (mi definición no considera como de izquierda a un gobierno de autoridad concentrada como el de Velasco Alvarado, aunque pueda ver a muchas de sus medidas como consistentes con los ideales de la izquierda)

Es sólo el comienzo, algún día la seguiremos

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran post, suscribo totalmente tu crítica al concepto de izquierda de StevenLevitsky, y tu reivindicación de la genuina tradición de la izquierda latinoamericana. Debemos nesistirnos a que desde afuera definan el menu de opciones : izquierda latinoamericana (definida en sus términos), y derecha, reivindicando las libertades civiles y la democracia. Es triste porque este menu de opciones es el que existe en los medios de comunicación de masas. La izquierda que reclama mayores libertades políticas junto con una mayor igualdad económica no tiene voz. sl

rg dijo...

gracias, pero no veo que el problema pase por si la izquierda la definen de afuera o de adentro. de hecho, sus analisis del peronismo son impresionantes, para empezar por algun lado

Anónimo dijo...

seguramente no en el caso de Steven levitsky, pero para mi es claro que los medios de comunicación definen una izquierda que, al menos para mí, no lo es.

Candidato Congreso dijo...

Tiene razón, pero mas que la democracia lo que quieren los limeños es mas orden, mejoramiento del transito y más obras para el bienestar común; es decir una buena gestión, por más corrupto que sea este gestor. La tía Villaran al igual que lurdes, no parecen tener las condiciones para eso.