5 ago 2009
Contra las loterías estatales
Debería hacer un reporte largo sobre el libro de Michael Sandel, Public Philosophy (2005), que por suerte ha salido hace relativamente poco en castellano (2007, Barcelona, Marbot ediciones), y que aquí tengo conmigo. Aunque lo había empezado hace bastante, recién hoy terminé de subrayar todos los capítulos, que son independientes entre sí. El libro reúne muchos ensayos breves realizados por el autor, sobre todo en The New Republic y The New York Times, aunque también algunos artículos más densos teóricamente, aparecidos en diversas revistas jurídicas de primera línea.
Hay textos para todos los gustos, incluyendo desde críticas a John Rawls (y anche su obituario, frente a la muerte de Rawls); notas sobre Clinton; sobre el honor; sobre el aborto; la homosexualidad; el suicidio asistido; el deporte; la manipulación de embriones; el derecho a "comprar contaminación"; la participación de las víctimas en las sentencias judiciales; el mercado; y un largo etcétera.
El libro me parece fabuloso, también por esa combinación tan Sandeliana entre teoría abstracta y política práctica. Y todo, increíblemente todo, desde una cosmovisión prolija, rica, fecunda, de tono socialista-comunitarista-republicano. Sandel es, en definitiva, un excelente punto de reunión de las tres tradiciones, y su visión es de una consistencia asombrosa, espectacular: Sandel tiene cosas importantes para decir, frente a cada problema.
Uno de los textos más polémicos -no diría que de los mejores del libro, pero sí de los más provocativos, por sus implicaciones- se refiere a su crítica frente a las loterías estatales.
Sandel critica la defensa que se hace de tales loterías, en nombre de la "libertad de elección" de cada uno. Para muchos -nos dice- las loterías "son mejores que los impuestos...porque son absolutamente voluntarias, una cuestión de libre elección."
Contra dicha idea, Sandel afirma que "el funcionamiento real de las loterías se aparta radicalmente de este ideal de laissez faire. Los estados no sólo ofrecen a los ciudadanos la oportunidad de jugar, sino que la promocionan activamente y los animan a aprovecharla."
Peor aún -agrega- "las loterías dirigen su publicidad más agresiva hacia...la clase trabajadora, las minorías y los pobres...Los anuncios suelen evocar la fantasía de ganar el premio gordo y no tener que volver a trabajar nunca más."
Dicho mensaje, para Sandel, "contradice la ética del trabajo, del sacrificio y de la responsabilidad moral sobre la que se sustenta la vida democrática. Esta corrupción cívica es el daño más grave que producen las loterías. Degradan la esfera pública situando al gobierno en el papel de proveedor de una educación cívica perversa. Para mantener ese flujo de dinero, un buen número de gobiernos estatales...se ven obligados a...emplear su autoridad e influencia no para cultivar la virtud cívica, sino para vender falsas esperanzas, y deben convencer a sus ciudadanos y ciudadanas de que, con un poco de suerte, pueden escapar del mundo de trabajo al que sólo el infortunio los ha condenado."
Otra vez, el interés de obtener más dinero desplaza de modo violento cualquier preocupación estatal por contar con ciudadanos más comprometidos con la vida pública. Otra vez, el Estado acepta pagar el costo de difundir valores contrarios a la preservación de una democracia más robusta. Adviértase, el argumento de Sandel es independiente de la cuestión referida a los valores que a él sí le interesaría difundir. Adviértase, además, la consistencia de esta observación Sandeliana con su crítica frente a un liberalismo que ha abandonado la discusión sobre valores, dejando todo ese terreno libre para que lo ocupe la derecha del fanatismo religioso. Bien por Sandel.
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19 comentarios:
siempre lo pensé, la lotería es el impuesto más injusto que hay, de acuerdo con todos los motivos delineados aquí, y para más crítica a la lotería, no queda más que la lotería en Babilonia de Borges...
Buenísimo, jamás me había puesto a pensar en las loterías estatales, le doy la razón a Sandel.
El otro dia lei algo que es simple de implementar, y se hace en otros lados.
Una loteria-'ahorro'.
La idea es simple, organizar una loteria que en vez de perder la plata, queda en una cuenta de ahorro. El premio son la mayoria de los intereses que genera todo el dinero depositado. A fin de año se sortea un premio grande entre los que dejaron el dinero todo el año.
Si, los jugadores pierden
por la inflacion, pero la perdida es mucho menor que con la loteria comun.
¿No será mucho? ¿No están cayendo en argumentos completamente paternalistas?
paternalista es la educacion obligatoria, los cinturones de seguridad, las leyes laborales, y cual es el problema? depende de que se trate
es muy curiosa, por lo demas, la acusacion de paternalismo frente a un pedido para que el estado NO haga algo!!
Donde lo consigo? trabajo el tema del juego en Ciudad
Gracias
el libro, hmm, no se, pregunta en prometeo, yo lo consegui de españa
Estoy de acuerdo con rg en que no todo paternalismo merezca ser condenado. Lo más terrible de todo en lo que concierne al juego es que, hace unos cuantos años, los bingos y casinos únicamente estaban destinados en lugares de esparcimiento, cosa que desde el 90 en adelante, se han afincado cada vez más en las grandes ciudades. Baste recorrer cualquier capital del interior, o del conurbano y ver que en días de semana la cantidad de gente jugando en esos antros a-temporales, con gente liquidando probablemente las quincenas y salarios, en pos de ganancias que nunca van a llegar.
No sólo es que el estado no haga algo sino que además no promueva conductas negativas y no fomente la ludopatía en los ciudadanos. José
El tema del juego es algo que siempre me llamó la atención cuando, en derecho civil, y dentro de la tradición civilista más clásica, ultramontana y chupasirios se decía que los juegos de azar eran "contrarios a la moral y a las buenas costumbres", pero al mismo tiempo se aceptaba que el estado organizara y promoviera juegos de azar con la justificación de los "fines sociales" que se perseguían. Habría que hacer un estudio empírico (bah, quizás alguien ya lo haya hecho) que compare cuántas personas/familias se van al tacho por el dinero que pierden en lugares o sorteos "legalizados" de juego, y cuántas personas/familias reciben ayuda que tiene como origen el dinero recaudado en el juego.
Vivo cerca de varios Bingos y casas del estilo.
He visto gente haciendo cola a las 7.50 am y puedo dar fe que no eran personas que conducían un Audi o trabajaban en una consultora.
Claramente esa oferta genera que varios caigan en las tentaciones a que hace referencia el artículo y curiosamente, las clases más pobres terminan en semi ludopatías donde dejan la poca plata que tienen.
El juego me da calofríos.
Recomiendo en el blog de Diana Maffia (www.dianamaffia.com.ar) el trabajo Juego de Damas a los que les interesa el tema juego
Rg, gracias, preguntare en Prometeo y otras.Espero conseguirlo porque estoy realizando un trabajo sobre el tema y no lo conocia
Lo que habría que cambiar sería la entera regulación del juego. Porque si no hay loterías estatales, pero las hay privadas, peor todavía.
Interesante. Es el planteo tradicional del socialismo y el anarquismo argentinos, por el cual se trabajó muy fuerte en el país la primera mitad del siglo XX, sobre todo frente al caudillaje conservador o populista ligado -entre otras cosas- al juego.
en efecto, y no es rara la coincidencia de sandel con la del socialismo de aquellos anios -por lo bueno y lo no tan bueno
el juego es una patologia se lo considera dentro de las adicciones, afecta la estructura de la personalidad...comparto la opinion de Sandel.
Muy buena idea. Al menos por lo provocadora (no se si la comparto del todo).
Lo que siempre me llamó la atención es que en el sitio de la loteria nacional se informa sobre supuestas relaciones entre los sueños, los números y demás (http://www.loteria-nacional.gov.ar/index.php?pagina=34). Siempre me pareció una defraudación a la ciudadanía, ya que no existe -evidentemente no está de más decirlo- ninguna relación entre los números y los sueños y demás... lamentable.
Creo que además hay que tener en cuenta, en el marco legal argentino, que el juego es una actividad "soportada" por el Estado. Tan es así que entiendo que las obligaciones derivadas del juego tienen el carácter de naturales, de acuerdo con el Código Civil (art. 515 inc. 5º).
Es incoherente que el Estado soporte una actividad, y que a su vez la promueva.
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