3 jun 2010

El sentido de la crítica al poder político



(link a la nota, acá)

De un tiempo a esta parte, la crítica frente al poder político ha comenzado a ser objeto de resistencias que encuentran, como principal arma, el socavamiento de la autoridad de quien critica -en lugar de contraargumentar o defenderse, los amigos del poder atacan a la persona que formula esa critica . Típicamente, cualquier crítica al Gobierno se enfrenta con una réplica según la cual las objeciones del caso se deben, “en verdad”, a que uno -consciente o inconscientemente- se ha puesto al servicio de causas repudiables o de intereses espúrios ; o sostiene una ideología indebidamente conservadora; o escribe o habla sólo porque alguien le remunera a cambio .

En lo que sigue, quisiera confrontar dicha línea de pensamiento, que trabaja contra un elemento vital para cualquier democracia, cual es la necesaria, indispensable, crucial, crítica frente al poder . Antes de hacerlo, sin embargo, y como aclaración, diría lo siguiente. Entiendo que en este momento, políticamente polarizado, defensores y críticos del gobierno intercambian muchas críticas -digámoslo así- impropias, basadas en la mala fe o, simplemente, en el dinero. Sin embargo, aquí no me ocuparé de estas situaciones, sino de aquellas críticas que surgen, fundamentalmente, a partir de las propias convicciones.

Por lo demás, estoy lejos de pensar que hoy la oposición no encuentra medios a través de los cuales expresar sus puntos de vista: oficialistas y opositores cuentan con amplias posibilidades de hacerlo , hecho que además se ve favorecido por una situación en donde no existe la censura directa por parte del Gobierno (aunque sí la indirecta - por ejemplo, a través del uso indebido de la publicidad oficial- como bien lo ha reconocido la Corte Suprema) .

De modo habitual, el ataque a los críticos del poder no sólo resulta injusto frente a los críticos, sino además muy peligroso para el sistema democrático, que se nutre y gana vida, en un sentido no metafórico, a partir de esas críticas . Debiera resultar claro: en sistemas representativos como el nuestro, en donde es tanto el poder que se ha delegado a las ramas políticas (desde el poder de disponer del presupuesto, hasta el uso de la violencia legítima); y en donde son tan pocas las herramientas institucionales de control que preservamos como ciudadanos, la crítica al poder político juega un papel decisivo: si ella se desvanece, todo el sistema de libertades y derechos comienza a tambalear, y las posibilidades de abuso del poder crecen exponencialmente. Como dijera nuestra Corte Suprema, la democracia necesita de un debate público “robusto, desinhibido, amplísimo”.

La crítica al gobierno no es buena para la democracia: es imprescindible.

A lo anterior le agregaría un matiz fundamental, un matiz -digámoslo así- latinoamericano. Si la crítica al Gobierno es imprescindible en cualquier sistema político que quiera seguir llamándose democrático, ella resulta todavía más necesaria en regímenes de gobierno híperpresidencialistas, como el nuestro . En estos regímenes, la autoridad política, indebidamente, se concentra en muy pocas manos , lo cual torna más urgente la protección y el reforzamiento de todos los controles populares, desde las manifestaciones en la calle, hasta las críticas en periódicos o en blogs. Ocurre -resulta obvio- que los riesgos de abusos son mucho más altos en sistemas de autoridad concentrada, que en otros alternativos. Esta razón explica, por lo demás, por qué es mucho más importante la crítica al Gobierno, que la crítica a la oposición.

Alguien podrá replicar, con parte de la razón, que el “poder real” reside en verdad en otros sujetos y espacios -por caso, en los grandes grupos económicos. Sin embargo, esta crítica es en parte errónea y en parte tramposa. Por un lado, la crítica al poder político es y debe ser compatible con, por ejemplo, la crítica al poder económico . En segundo lugar, habitualmente, y sobre todo en países como el nuestro, el poder económico crece y se desarrolla al calor de los beneficios que indebidamente le asegura el Estado. En lo personal, no derivo de dicha situación una crítica al Estado, sino una crítica a los usos indebidos, injustificados y poco transparentes del aparato estatal. La crítica, por tanto, resulta indispensable para el sostenimiento de lo que muchos defendemos, es decir, un Estado (más) intervencionista en materia económica .

Dos puntos más, antes de concluir. En primer lugar, y frente a quienes alegan que éste no es momento de hacer criticar fuertes, ya que así uno favorece, en los hechos, a intereses repudiables, sostendría lo siguiente: criticamos a Alfonsín, en su momento (por ejemplo, sus últimas decisiones en materia de derechos humanos), aun sabiendo que existía la amenaza real de un golpe militar. Cómo no vamos a hacer lo propio hoy, cuando esa amenaza no existe, o es mucho más débil que entonces. En segundo lugar, aquella crítica de entonces, como la que podemos hacer hoy, no debe ser vista como enemiga de ningún gobierno . Un gobierno que reconoce sus errores y se rectifica (imaginemos que Alfonsín hubiera rectificado aquellas políticas) es un gobierno que incrementa sus chances de mejorar y ganar popularidad. Para ello, necesita entonces que los ciudadanos le señalemos, de buena fe, en qué se equivoca.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Con buena onda, posta, te quiero preguntar si no escribís sobre el extraordinario apriete a la jueza Arroyo Salgado para que el gran diario argentino te siga publicando estos artículos.
La libertad de prensa -cualquiera de los que trabajamos en prensa lo sabemos- hoy está mucho más amenazada adentro de los medios del grupo que afuera. Hoy cualquiera dice cualquier cosa del gobierno y no pasa nada. Ni se te ocurra escribir algo en contra del multimedio si trabjás adentro. está bien, son las reglas del juego. Pero vos, porqué no arriesgás una opinión sobre la afectación a la independencia del Poder Judicial o la libertad de expresión, cuando esa vulneración viene de los tipos/as que desde hace años se jactan se subir y tumbar presidentes a gusto.
abrazo

Luis Carestia dijo...

Estimado Roberto: no soy habitual comentador de su blog (en rigor es la primera vez que lo hago) y tampoco lo leo muy seguido. En esta oportunidad le quería "llamar la atención" sobre el epígrafe con que Clarín publica su nota, el cual dice: "Existe un clima enrarecido contra los que no opinan como el Gobierno. Si estos son acallados, tambalea todo el sistema de libertades y derechos y crecen los posibles abusos".
Lo primero: "Existe un clima enrarecido", es una idea que no encuentro en todo su artículo y me parece que, en definitiva, desmerece el motivo del mismo que veo muy sugerente para el debate.
Por otro lado, ese "epígrafe" no aparece en la publicación en su blog. ¿A qué se debe?
Luis Carestia.

Anónimo dijo...

Entiendo que como académico y acostumbrada voz disidente tengas especial pasión por advertir sobre los abusos del gobierno y la necesaria crítica al poder, tan fundamental en una sana democracia. Ahora bien... creo que también deberías aceptar que en el mundo actual -globalizado, inmerso en el pluralismo jurídico- existen grandes corporaciones con un gran poder, muchas veces incluso mayor al del Estado mismo (de hecho vos compartís la causa de quienes, por ejemplo, luchan contra las mineras). Estaría bueno ver tanta pasión en ese campo también... a veces ensañarse y caer en el maniqueísmo, deslegitima los relatos.
Saludos,
c

fahirsch dijo...

Carestia: Obviamente los epígrafes y dibujos los pone el diario.

rg dijo...

che, es curioso que escribo una nota sobre el valor de pensar en la critica, sin entrar en las cuestiones personales, y los comentarios son todos ajenos al contenido, y todos referidos a lo que hago y dejo de hacer! genial!

anonimo 1. tengo posicion tomada sobre el caso noble, muy similar a la de zaffaroni, no tengo ningun problema en reproducirla, y de hecho lo hago en discusiones con amigos abogados. tambien tengo dudas sobre el tema, y por eso estamos planeando eventos publicos de discusion sobre la cuestion de como actuar en estos casos, respetando el derecho comunitario a la verdad, y a la vez respetando el derecho de los menores hoy adultos. ahora, tengo que salir a aclarar esto, para hablar de una nota en donde abogo por no entrar en lo personal?

luis: hola, bienvenido. titulo y epigrafe no los manejo nunca yo, pero de veras no suscribo visiones conspirativas al respecto, aunque me queda claro que hay una batalla entre el k y clarin

anonimo 2: pero vos lees las cosas que escribo, en este blog y otros lados? siempre escribo sobre el socialismo, contra el capitalismo, reviso la historia, doy ejemplos de alternativas igualitarias en otros lados, hago filosofia politica desde un punto de vista igualitario. y otra vez, por que tengo que salir, sobre todo en este caso, en esta nota, a decir que, en lo personal, por favor me absuelvan? todo el punto de la nota era dejar la cuestion del ataque y sospecha personales de lado

Anónimo dijo...

Sí, es cierto lo que decís respecto a tu interés en discutir el fondo de lo que escribís en el artículo y el aparente ataque espontáneo que percibís -y comparto tu percepción- en cuanto a tu persona y lo que hacés o dejás de hacer. Pero, precisamente, vos sabés que jugás un fuerte rol en la academia -con gran influencia en el sector del progresismo- y, dadas las circunstancias actuales, todas las decisiones que uno toma como académico, tiene grandes consecuencias en cuanto a la toma de posición en el ámbito político. Vos decidís publicar este artículo en Clarín -académicamente impecable y que, en términos abstractos es prácticamente indiscutible- pero decidís publicarlo la misma semana en que pasan cosas así:
http://tirandoalmedio.blogspot.com/2010/05/victor-hugo-y-la-jueza-arroyo-salgado.html
se publican editoriales como esta: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1270532
Carrió dice cosas como estas: http://www.youtube.com/watch?v=P-gmMip_4yY
Y sólo una ONG –además de Abuelas, claro- pareciera tener una tímida y poco difundida voz sobre el tema: http://sincorrupcion.wordpress.com/2010/06/02/apretada-ii/

Y esa decisión tuya (la de publicar una correcta nota sobre el valor de la crítica en la democracia, en el diario Clarín) implica una toma de posición implícita en cuanto a la cuestión. Tal vez no lo percibas, pero a quienes valoramos tus opiniones, quienes a diario queremos saber cuál es tu postura sobre las cuestiones relevantes, nos deja un sabor amargo que es muy difícil de digerir. Tal vez sean susceptibilidades, tal vez sea pedir demasiado. Pero vale la pena tener en cuenta el rol que uno juega en ciertos contextos y hacerse cargo de ello.
Saludos,
c

Ramiro dijo...

La alternativa que propones C, cual es? Callarse?

manuel dijo...

Roberto:

Me gustaria conocer tu popinion sobre el caso de los hijos adoptivos de Herrera de Noble. No la conozco y me interesa.
Respecto al post, coincido en la critica constructiva, y en efecto desde alli, aporto al gobierno. Pero, a pesar, de ser un habitual lector de tu blog, no recuerdo, en los ultimos meses un solo post, en que defendieras al gobierno, o ponderaras un actitud, de este ultimo. En los que has estado de acuerdo (matrimonio gay), le quitas el merito de impulsarlo, a traves de sus diputados y senadores y lo pones unicamente en cabeza de las organizaciones.
Entonces, se puede aportar desde la critca, y no desde la defensa a ciegas, pero criticado lo malo y defendiendo lo bueno.
Salvo que para vos, este gobierno, no tenga nada bueno, pero claramente, desde alli, no se construye.

Anónimo dijo...

No, Ramiro... nada que ver... sólo creo que no hay que sorprenderse que cuando se hace algo aparentemente naive en un contexto nada naive, no vale sorprenderse por las reacciones.
Las alternativas las evalúa el académico (o el periodista, el político o el director de una ONG) que está jugando su rol en la sociedad, yo no soy quién para decirle cuáles deberían ser éstas.
Cordialmente,
c

Anónimo dijo...

en el planteo hay un intento de justificar la necesidad de la crítica al gobierno basada en la hiperconcentración del poder puramente.
1. esto me parece que tiene por lo menos un peligro. dejar de lado la idea de que es necesario criticar las políticas en sí mismas que se llevan a cabo (como pudo ser el indulto de menem), más allá de si sale del ejecutivo o del congreso. es importante no olvidarse de que la crítica debe ser a políticas concretas.
eso mismo puede habilitar a criticar a la oposición, o a corporaciones o a gobiernos a nivel regional.
si es importante criticar las políticas que se llevan a cabo desde diferentes grados de poder, entonces es importante criticar las políticas de otros actores (oposición, aliados circunstanciales o no, etc).

daniel

Anónimo dijo...

hay algo en la frase es "mucho más importante criticar al gobierno" que me parece que tiene millones de puntos en donde no queda claro qué querría decir. para dar un sólo ejemplo: pongamos el caso de que macri (gobernador= concentración de poder= manejo de plata) saliera a matar miles de personas que viven en las plazas, y al mismo tiempo el gobierno nacional reprimiera con gases lacrimógenos en una manifestación (sin muertos ni heridos). Qué querría decir en este caso la frase "es más importante criticar al gobierno"?:
1. quiere decir que no hay que criticar a macri y sólo al gobierno (pero por las dudas diciendo que cuando sea gobierno se lo criticará, eso sí, duramente)?
2. quiere decir que hay que criticar a macri pero sin darle tanta importancia porque no es gobierno nacional y darle durísimo, en cambio, al gobierno nacional?

podría pensarse un ejemplo equivalente entre la oposición en el congreso y el presidente, o con los medios frente a casos controvertidos, etc.
no me queda claro qué busca decir la idea de que es "más importante...": ¿silenciar otras críticas?, ¿decir que a pesar de que se hagan son menos relevantes? si fuera así, me pregunto: ¿cómo puede ser menos relevante criticar hechos brutales, o conservadores, etc?

si con la idea de que es más importante se busca fundar una necesidad de criticar al gobierno, yo diría sí, es necesario, hay que criticarlo si hace medidas conservadoras y etc. (preferiría fundamentar la crítica en las medidas que se lleven a cabo), pero es también necesario o importante o relevante criticar a los otros: oposición, corporaciones, intendentes, gobernadores, etc, en tanto también hagan medidas conservadores, etc. ¿de qué sirve decir que es más importante criticar a unos, cuando la idea es que no hay que DEJAR de criticar a los otros también? (porque los otros no son la vecina de la otra cuadra de casa. TIENEN poder y hacen cosas con él).

otra cosa es que esta "fundamentación" puede ser una operación de autojustificación, y de obturación de la autocrítica o la reflexión sobre el propio lugar del crítico y de la manera en la que la crítica se inserta en una determinada lucha de fuerzas. esta idea tiene el peligro para mí de que SIEMPRE vaya a estar justificado criticar al gobierno y NO criticar a los otros actores en una determinada situación (de lucha por intereses y de lucha entre sectores de poder) porque, según esto, es más importante criticar al gobierno. a lo que voy es que siempre se va a poder decir: pero, che, es más importante criticar al gobierno. y ese argumento podrá impedir cualquier reflexión que tome otras variables que son importantes (cómo está dado el escenario, qué se disputa, qué representa el/los otros actores, qué implicaría su victoria, desde dónde se elige hablar, etc, etc). creo que es una justificación que impide cualquier reflexión sobre la posición del crítico y de la crítica. presenta la ilusión de que es posible encontrar una fórmula en la que la crítica siempre va a quedar bien parada, y va a estar en un lugar de absoluto resguardo respecto de su propia posición, y desestima la cuestión de qué intereses pueda terminar defendiendo. para terminar, ¿te parece desestimable la reflexión sobre qué significa en este momento hablar desde clarín?
no creo que aporte algo una crítica que se presenta a sí misma como ciega frente a los escenarios políticos concretos y que siempre se pueda autojustificar diciendo que es más importante criticar al gobierno.

daniel

rg dijo...

daniel, no veo gran misterio: quien mas poder maneja, mas escrutinio estricto necesita, como principio general. esto es absolutamente compatible con criticar otras formas del poder. desde mi punto de vista, criticar prioritariamente al kirchnerismo no me impide criticar a macri, criticar a piniera desde antes de que asuma, criticar a santos en colombia, criticar la organizacion capitalista en general. escribi en los diarios, contra macri, por propuestas como la de la ucep, no entiendo entonces la pregunta de que haria si sale a matar a la gente en la plaza, la verdad es que me parece una pregunta entre mala, increible e irrespetuosa, pero en fin, siempre me equivoco.

Julián dijo...

porteñicentrismo podrían titularse los comentarios kirchneristas en tu blog y ESE me parece el mejor argumento contra el gobierno que existe. Que los habitantes de la ciudad con la economía concentrada sean quienes más los defienden.

Pero, fuera de las chicanas y de la críticas a que todo se centre en Macr sí, Macri no, este escrito llega en un momento muy importante, porque, como han dicho muchos kirchneristas, las acciones de gobierno de los últimos tres meses son muy atractivas. Y es por eso que hay que ser cuidadosos. Si la crítica es inteligente y el gobierno también, se puede concluir que el gobierno va a manejar inteligentemente una crítica inteligente.

Con esto quiero decir que no me veo representado por las posiciones de oposición que critican al gobierno (aka: 'las carteras de Cristina'; 'nacionalizar todo sí o sí'; 'Kirchner + corrupto que Ménem'), pero quienes lo defienden me dan terror. lo defienden sobre el supuesto de que no es criticable. Sobre la noción de que lo crítico es antisistema, que es lo mismo que decir que la libertad de expresión constituye un riesgo nacional.

Y digo yo, en este sentido, todo este planteo de que la crítica al gobierno viene del 'grupo', ¿para quién es? ¿Para Clarín, cuyo 'gran' dolor de cabeza son los blogs y los medios más competitivos beneficiados por la ley de medios? ¿O para la gilada? Para esos que no tienen una opinión formada y están agradecidos porque marginalmente han subido sus sueldos en los últimos cinco años.

Anónimo dijo...

Creo que ya escribi esto en un post anterior. Uno debe elegir con quien se entiende y con quien conversa. No se le puede pedir al soldado que juzgue minuciosamente la justicia de la guerra en la que esta sirviendo cuando esta en la linea de fuego, tratando de defenderse porque siente que mata o muere. No digo que la metafora de la guerra la correcta (en realidad el que se cree la metafora esta siendo usado, e incluso la teoria de que el soldado no debe pensar en la causa de la guerra es insostenible, pero esa es otra historia). Lo que digo es que por ahi le estas pidiendo mucho a los que comentan en tu blog sintiendose soldados de la causa kirchnerista. Le estas pidiendo que razonen y ellos no piensan que su rol sea ese. Para ellos la cuestion es simple: si tu posicion coincide con lo que sostiene el gobierno (pongamos, por caso, el matrimonio gay) tu posicion es respetable y tu argumentacion brillante. Pero si tu posicion es diferente de la que sostiene la presidenta, no importa cuan sofisticados sean tus argumentos o como sea de limpia tu trayectoria y tu buena leche te tiran a matar, PORQUE ELLOS ESTAN EN GUERRA. Si estas en contra, "sos contra" como te dice el anonimo que firma como "C". Y eso no depende de tus intenciones al escribir un articulo. Porque si estas en contra, aunque tu posicion sea irrefutable, te van a criticar el copete de la nota como hace Luis, el posible mal uso de la critica como dice otro anonimo, o las otras noticias que aparecieron esa semana (!!!!!!!!!!) como hace el tal C. Saludos y respetos, como siempre.

Gonzalo Hernández dijo...

Antes que nada te expreso mis máximos respetos, te vengo leyendo hace ya un tiempo y acepto las críticas que realizas a quienes te encuadran en una posición movida por intereses.

Con respecto al artículo, plantearé una serie de cuestiones. Estoy de acuerdo con el mismo sólo parcialmente.

El poder real sí está -en las sociedades capitalistas-, desde mi perspectiva, fundamentalmente por fuera del poder político. Yo sí critico al Estado en este sentido, como estado capitalista, por ser funcional a la reproducción de las relaciones sociales capitalistas (hay un muy conocido artículo de un lejano Guillermo O' Donnell, muy apoyado en Poulantzas por esos tiempos, que realiza esta definición).

Será que tengo tanta cursada de teorías marxistas del Estado en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), lo que me lleva a considerar que sería un serio retroceso plantear, para alguien que se declara socialista, la neutralidad del Estado? (lo que no obsta a que pidamos mayor intervención estatal como regulador de las leyes de mercado).

Comparto la crítican que te hacen algunos comentarios al énfasis que hacés a la crítica al poder político sobre el económico en este contexto (y en ese lugar)
Es que es justamente el punto es dónde ponés el centro de la crítica en la coyuntura?. Podés decir lo mismo, bien poniendo el énfasis en la crítica al poder económico o en el gobierno. Si bien no se puede renunciar a la crítica a este último, y (a mi entender) hay que delimitarse del mismo; me parece un poco fuerte ser tan funcional a Clarín publicando justo en ese medio una columna que dice que el centro principal de la crítica tiene que ser el poder político y no el económico. (y que termine, como se señaló, con un epígrafe del diario muy tendencioso)

Justamente en nuestro país, donde si algo han tenido en común Yrigoyen, Perón, Frondizi, Illia, Alfonsín y Kirchner es haber intentado ponerle algún límite al poder económico desde el poder político; y ahí descubrieron cuán débiles podían llegar a ser...

Volviendo a lo que entiendo por "teoría del estado capitalista", para el pensamiento socialista es de un enorme infantilismo afirmar que el estado "actua mal" porque es cómplice del poder económico. La crítica que todos los días va dirigida a la "corrupción" del mismo que lo aleja se su genuina tarea, que sería defender a los desprotegidos (me gusta el concepto de "honestismo" que usa Caparrós). Te acerca mucho a Carrió ese discurso.

Fijate que ahora todos ponen la lupa en los balances de Aerolíneas y la ANSES, analizan hasta el más mínimo detalle para hallar corrupción (cosa que no lleva demasiado trabajo). Pero cuando estaban en manos privadas se afanaba a mano alzada y se desmantelaba todo con complicidad plena de los que hoy se rasgan las vestiduras.
Ahora se le exige (correctamente) al gobierno, desde varios sectores de la oposición, un aumento de las jubilaciones; sólo se ha hecho posible gracias a la estatización de las AFJPs que fue denunciada por varios de los mismos grupos como un "Sakeo".

Me parece perfecto que sigas elevano tu voz, de las más autorizadas por otra parte. Pero también tené conciencia de que el peso que están teniendo en este momento los lobbystas de los intereses privados es indigerible... Saludos

rg dijo...

hola gonzalo. mira, creo que coincidimos en mucho. lo que te aclararia es que de ningunisimo modo acepto que para mi la idea sea que es mas importante la critica al poder pol que al economico. no. lo que diria es que la critica, necesaria, urgente, fundamental, al capitalismo, no debe verse como incompatible con mantener firme la critica politica, y ademas, por otro lado, son dos criticas que merecen ir de la mano.
y agregaria que el peso indigerible del lobbismo privado tiene, muchisimo, que ver con los k, que en absoulto, de ningun modo pueden verse como los enemigos del negocio privado a costa del estado, sino en el mejor delos casos, enemigos de ciertos lobbistas que quieren lucrar con el estado, a la vez que amigos de otros lobbistas, que van a venir o ya han ocupado el lugar de los primeros, de su mano
salute, gracias

Anónimo dijo...

Pero Gonzalo eso de que el poder real esta por fuera del poder político; y tu critica a una supuesta preeminencia de criticas al gobierno por parte de Roberto no tiene sentido; es caer en un reduccionismo tremendo; es pensar que las únicas acciones valederas (en este caso las medidas que mencionas adoptadas por el gobierno) serian las que llevan al control de los recursos económicos y en un futuro lograría la totalizadora expropiación de los expropiadores. Como si ese fin deseado,(la justicia social) fuese real por el solo enunciado de haber pasado medios, bienes a la orbita de lo estatal, sucedáneo de socialización. Es no comprender que solo cumplirían cabalmente ese fin luego, en un continuo de tensiones que se generan al regular intereses, cultura, etc. y que la manera de avanzar es con mejores y mas democráticos modelos institucionales; de ahí la suma importancia de la critica. Creo que interpretas a las criticas al régimen político, a las formas decisionales, como meros ataques a un gobierno que decís combate a los poderosos (discusión aparte); entonces las supones desviacionistas, como no poseedoras del mínimo de anticapitalismo. Hay como un desprecio a ver el poder también en las formas, como si fuesen meros destilados del capitalismo. Saludos.

Saludos tambien, RG. Osvaldo.