15 jun 2010

Las virtudes cívicas y el poder (K y Macri)


Quienes defendemos una política de virtudes cívicas rechazamos la idea de ver a la política como un campo reducido a incentivos, premios y castigos materiales: "te portás bien, te pagamos;" "te portás mal, te multamos;" "derechos no, pero tomá este subsidio." Pensamos que la apuesta debe ser otra, más compleja, que incluya a los derechos como formas de "empoderamiento" incondicional; que reconozca todo lo que es necesario para sostener a los derechos que se reconocen (por dar un ejemplo, asegurar los derechos sociales requiere de un contexto de activismo cívico y una apertura institucional a la participación política mayoritaria que hoy no existe); que se preocupe de una vez por las cualidades de carácter, las disposiciones morales de la ciudadanía.

Claro, cada vez que uno habla el lenguaje republicano-socialista de las "virtudes cívicas" se encuentra con preguntas obvias: "todo muy bien, pero qué hacer?". Y este tipo de preguntas son relevantes, sobre todo, si uno rechaza la posibilidad de que las virtudes cívicas lleguen vía propaganda, fútbol para todos, o lavados de cerebro. Pero entonces qué?

Bueno, en estos días disctuimos y nos enfrentamos con varias alternativas, que nos ayudan a pensar el tema. Así, pudimos defender ALGUNAS políticas de Antanas Mockus, por apuntar explìcitamente a eso: "menos apuesta por el dinero, más apuesta por la educación cívica." Para mí vale, como primer paso, aunque otra vez, se trate de medidas que no merecen ser leídas con independencia del resto de las medidas que el gobierno del caso tome (esto es, son medidas que deben formar parte de un paquete, no migajas ofrecidas por aquí y por allí).

En estos últimos 3 días, mundialistas, en la Argentina nos encontramos con dos excelentes ejemplos sobre lo que NO SE DEBE HACER, si es que nos interesan los vínculos, la solidaridad, la fraternidad, la participación política mayoritaria.

Un ejemplo vino del gobierno nacional: "Me protestás, me molestás, yo no actúo políticamente, sino que te denuncio en tribunales por criminal, sedicioso y asesino". Peor casi imposible, lamentable. Y una excelente base para que futuros denunciantes y jueces de la derecha sigan a) criminalizando la protesta, y b) lo hagan exactamente copiando los argumentos del oficialismo, al que podrán citar exultantes: "no lo digo yo, lo dice el gobierno." Pésimo.

El otro ejemplo viene del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que como siempre peca menos por su carácter demoníaco, que por su intrascendencia, torpeza, y permanentes, inequívocos, tics de una derecha vieja. En este caso, la nueva política de "denuncie ya a su vecino", que empezó a funcionar activamente, con vecinos ávidos de perseguir a su prójimo (ver, por ejemplo, acá). Otra vez, dentro de la nada, es la peor apuesta posible: frente a todos los vínculos que hay que solidificar, los puentes que hay que tender, la red que debe repararse, lo que se propone el gobierno es lo opuesto: más del todos contra todos, en nombre de las buenas causas. Otro pésimo, y así seguimos.

10 comentarios:

fahirsch dijo...

Cada tanto paso por la esquina de Coronel Díaz y Libertador y veo automviles estacionados en la esquina y ochava. Esta prohibido por ley, y además hay un cartel que lo explicita.
Alguna vez que caminaba por ahí le pregunté al policía (siempre hay un policía ahí) si no ponía multa. Me contestó que la grúa solo llegaba hasta Pueyrredón.
Le pregunto a usted: ¿Cuál es el proceder correcto que debe tener un ciudadano en esta circunstancia?

rg dijo...

es que diferenciaria la conducta de un individuo del comportameinto civico que el poder publico deberia alentar

andrea del sur dijo...

Por qué siendo un tema tan esencial no hay -casi- comentarios?
Y por qué no asombra que la ausencia de interes en estos temas nos muestre, al desnudo, como resultado de aquello en lo que no nos involucramos?
Lástima: le agrega un plus a este intenso intenso frio...

fahirsch dijo...

Usted "es que diferenciaria la conducta de un individuo del comportamiento civico que el poder publico deberia alentar", pero no me contesta el caso concreto.
La conducta cívica que un gobierno debe alentar es cumplir con las leyes porque es lo correcto y enseñar las normas de convivencia desde la escuelas.
Además en el caso de Buenos Aires debería hacer un estudio para averiguar el problema que impide a los habitantes porteños agacharse para levantar la basura que se les cae de los bolsillos, de los autos y de los traseros de los perros.
¿Usted tiene alguna otra sugerencia para alentar el comportamiento cívico?
Un comentario aparte. Aparentemente para usted "la nueva política de "denuncie ya a su vecino" sería "tics de una derecha vieja. Los ejemplos que me vienen a la memoria son los de la Unión Soviética, y demás países comunistas, que tenían un sistema de delación para todo, solo que ahora ya no se como identificarlos: si de derecha, de izquierda o de qué

Anónimo dijo...

no entendi nada

Ana Lopez Acosta dijo...

Interesante entrada, interesante comentario de fahirsch. Los leo a ambos, son opiniones casi opuestas y las dos son coherentes. La conducta cívica que un gobierno debe alentar es cumplir con las leyes porque es lo correcto y enseñar las normas de convivencia desde la escuelas., nada más cierto; pero por otro lado, se vive un clima - desde hace bastante tiempo - de poca solidaridad, de ruptura- para mi gusto - de las tramas sociales, de vínculos casi antropofágicos, que estimular a los ciudadanos a que "denuncien " a otros ciudadanos en lugar de que ese trabajo lo haga "el policía de la esquina" o la policía de trànsito, parecería estimular mayor ruptura de lazos sociales...no lo sé....Interesante cuestión.

fahirsch dijo...

Ana: Para aclarar. Cuando digo que "debe alentar es cumplir con las leyes porque es lo correcto" a lo que voy es que un ciudadano debe cumplir las leyes porque cree en la virtudes de las mismas, no porque será penalizado por no cumplirlas. Ni tampoco debe aceptar una ley por el solo hecho que ha sido promulgada según corresponda. No debe violentar sus principios. Por supuesto tampoco puede quejarse demasiado si el no cumplir una ley le trae consecuencias.
Y si uno quiere ciudadanos virtuosos es en el hogar y en la escuela donde se aprende ser ciudadano. En primer lugar del ejemplo de los padres y del resto de la sociedad.
Y si usted me señala que no es lo que ocurre, le diré que tiene razón.
Y si, lo que corresponde es que "ese trabajo lo haga "el policía de la esquina" o la policía de tránsito.
Y lo que corresponde es que la dirección de una escuela se ocupe, y preocupe de que la escuela esté en condiciones, y no enviar a alumnos a cortar calles y tolerar que le peguen a una persona.
Y no creer que todos los problemas se pueden resolver en forma instantánea por el solo hecho de que es obligación de las autoridades de resolver los problemas.
Y tener en claro que no siempre existen soluciones, o soluciones que satisfagan a todos

werte dijo...

La política del botoneo ya funcionaba con los crotos. El macrismo es un maestro en el arte de establecer diálogos con el enano que vive detrás de nuestra facha de buena gente común. El objetivo de la política es ese, hacer contacto, y no los supuestos efectos de la medida, que en el tiempo no harán ninguna diferencia. Para atenuar el desastre del tráfico porteño hace falta cierto autoritarismo, pero no esa pavada para vecinos indignados y entes por el estilo. (Al mismo tiempo, los burgueses amigos siguen construyendo hormigueros subterráneos para seguir metiendo autos en Buenos Aires).
Menem planteó lo mismo respecto a la evasión impositiva del iva, incluso tuvo la idea de amenazar con sanciones a los consumidores que no "exigieran" el ticket, aunque en su caso estaba bastante desesperado con el crecimiento de la deuda pública.

Ana Lopez Acosta dijo...

Gracias por la aclaración farhisch, así había entendido tu comentario. El tema es que la situación está como está, mientras tanto alguna clase de norma debe existir, lo que creo muy complejo y un tema a debatir fuertemente, es de qué modo se intenta que un conjunto de normas sea en principio aceptado por la sociedad e internalizado y posteriormente ver de que modo se hace cumplir. Me da la sensación de que si un conjunto de normas son consensuadas por la mayoría en un grupo, el tema del cumplimiento - como bien explicás - no debería ser un problema tan penoso. Pero acá aparece otro tema no menor
¿Quién marca y escribe las normas?¿Coinciden las normas socialmente aceptadas con las leyes vigentes o hay en ocasiones divorcios socioculturales básicos entre los que "arman" las leyes y los que deben cumplirlas?
¿Para quien se legisla?
Este sistema de denuncias de unos ciudadanos por los otros - reitero, en una sociedad en donde el tejido está dañado, a mi gusto subvertido en muchos casos - no me parece que colabore a un rearmado de la trama, genera cada vez más ruptura y violencia social.
No sé cual es la solución, me pareció interesante el debate, porque efectivamente no siempre hay solución y el debate es el mejor modo de acercarse a una posible.

fahirsch dijo...

Ana:"mientras tanto alguna clase de norma debe existir,". No se si es un problema argentino, como mínimo es un problema de Buenos Aires, a una parte demasiado numerosa de la población le importa un bledo las normas.
Para aclarar. No interesa el contenido de la norma. Ni se está en contra, ni se está a favor. Si se hace lo que dice la norma es por azar. Y si se hace lo contrario, también