5 dic 2009

Fijman

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Llegué a la poesía de Jacobo Fijman ,como a tantas otras cosas, libros y personas en la vida, por absoluta casualidad. La encontré en una colección de Poesía Argentina de la editorial Guadalupe, compilación de Héctor Roque Pitt, que compré a precio de libro viejo e inservible pero sorprendente valioso. Con el tiempo, cayeron en mi camino "El Cristo rojo" de Damian Calmels y "Fijman, poeta entre dos vidas" de Juan Jacobo Bajarlía, dos aproximaciones a Fijman desde el psiconálisis, la primera, y desde la amistad, la última (Bajarlía era amigo de Fijman). Fijman (otra bio acá), judioruso convertido al catolicismo en un hospicio (hospicio de mercedes o borda, no recuerdo) y luego con varios viajes místicos, participó de varios espacios literarios bastante famosos: grupo Martín Fierro, la revista Talisman y de míticas reuniones de escritores en el también mítico café Tortoni.

La historia de Fijman es de las más intensas. Transitó infiernos en los hospicios, caminó con la locura de la mano y produjo la poesía de la sinceridad. Violinista y pintor, en las calles o en los loqueros donde lo encerraban, además de poeta, pasó de reuniones con Borges o Guiraldes al Hospital Borda. Pueden profundizar su historia acá y en esta entrevista de Vicente Zito Lema, acá.

Transcribo cuatro poesías de Fijman y una dedicada a éste, escrita por Enrique Molina. El último poema es corto pero viene con anécdota de "El cristo rojo" de Calmels. Ahí van.

Canto del cisne.

Demencia:
el camino más alto y más desierto.

Oficios de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes,
afónicas lamentaciones.

Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.

Se erizan los cabellos del espanto.

La mucha luz alaba su inocencia.

El patio del hospicio es como un banco
a lo largo del muro.

Cuerdas de los silencios más eternos.

Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.

¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?

Se acerca Dios en pilchas de loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.

¡Piedad!
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Hambre

Vigilancia nocturna de arboledas
constantes
en una interminable perspectiva
rasada de canciones
desmesuradas.
Se engancha hondamente a mi ternura
la sangre de los astros;
se llenan mis bodegas con el vino
de la expansión;
se cubren mis graneros con los granos
de Dios.
Es muy ancho el sombrero de la noche
puesto sobre el paisaje.
Hacen alegre ruedo
taifa de vientos peleardores
de dientes amarillos.
Perpetuo insomnio
mis pasos olfatean como perros
un lobo imaginario
guardando los apriscos.
Cenas del hambre.
Recogimiento bufonesco
salado de idiotismo:
voz de falsete
en francachela corpulenta.
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Requiem.

Olores de amarillo.
Aliso de silencios
cual colgaduras tiesas
en la flor negra de mi estancia.
Sonrisa azul y blanca.
Gritos desesperados de los trenes
que doblan imprevistos horizontes
de lluvias y de fríos.
Otoño-
taburete desolado;
tabaquera de días rubios,
lánguidos y descalzos
y oscuras tardes de Rosario.
Un rebullir de sillas me despierta;
sabor de infancia; olores de amarillo.

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Poema con anécdota: "Sor Natividad desde Sceaux, Francia, una desconocida para Fijman, le envía una carta fechada el 28 de mayo de 1969, motivada en la lectura de Talisman, le decía: "Leo su poema canto del cisne...la palabra Desierto me habla, usted la nombra muchas veces. Hay tanta soledad o, al menos, me parece a mí descubrir tanta soledad y silencio abismal en sus versos... tanta ¡que a pesar de la primavera de Europa, tengo frío!.

Motivado en esta carta Fijman escribirá quizás su último poema". Lo transcribimos:

Speculum deitates

Sor natividad, sor pobreza,
paloma obediente del espíritu santo,
tu soledad de espanto
se enciende con belleza.

Sor natividad, flor de soledad.
A miedo y frío,
las antiguas estrellas han cuidado de tu río
de buena eternidad

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Poeta en hospicio (1969).
por Enrique Molina.

¡ Oh cruzar esa reja de la transfiguración!
Dejado atrás el guardián embutido en su peludo uniforme
con cuernos
la trotante rata a lo largo de la médula
y el Director alto como un rayo con hilos electrónicos conectados
a su hígado y la fosfórica crin de su vientre
apenas cubierta por el blindaje de su blanca sotana de morgue
Dejadas atrás las fichas de hierro
los hombres con la negra bazofia del rancho y los que piden cigarrillos
a cambio de un mosca o un ángel
la primavera amputada el canto de reclusa de la lluvia en el
patio
te vi sonreir con infinita dulzura al aparecer en el fondo del corredor
larguísimos con tu plato y tu cuchara de estaño en la mano el
cuerpo envuelto de una anónima corteza de huérfano color
telaraña o balde helado de invierno
empuñado sin embargo tu alma desde las raíces
a través de la tortura entre los engranajes salvajes del universo
escuchando con atenta delicadeza el silbido celeste de las corrientes
de tu pecho
donde el muro del paredón y el centro del cielo
se funden en una única lágrima
Pero a ti -el poeta- mientras te acurrucas en tu camastro de huesos
y belladona y roncas tan triste bajo la luna
nada en la tierra nada en ese lóbrego asilo libre de todos los
monstruos de la posesión
libre de todo andamiaje de la dicha del hedor del dinero y los
decálogos de la sumisión
podrá arrebatar a la energía de tu ser la trémula llama de tu
sabiduría insensata
cuando con solo una mirada más pura que los paisajes alcanzas más
allá del infierno la verdad la poesía
tu alma instantánea transformada en oráculo
y guíame entonces socórreme entocnes poeta más lúcido ahora que la
certeza del sol
yo reconozco tu idioma deslumbrante
a través de las lágrimas y las terribles sinfonías del sueño.

Enrique Molina.
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Salud!

5 comentarios:

Daniela Arripe dijo...

Por las Marías Magdalenas

Zar Dusan
pido clemencia
por las mujeres apedreadas,
por sus cómplices noches oscuras,
por el olor del trébol y ramas
donde cayeron embriagadas
como codorniz o coalla,
por sus vidas despreciadas,
por la compasión que sus penas
de amor no recibieron.

Pido clemencia
por el claro de luna y rubíes
de su piel,
por sus crepúsculos,
por los aguaceros de cabellos destrenzados,
por las ramas plateadas de sus brazos
por sus amores expuestos
y malditos--
por todas las Marías Magdalenas.
Desanka Maksimovic. Poema traducido del inglés por Liliana Heer y revisados del serbio por Liliana Popovic.

mm dijo...

Hola Lucas, interesantísmas las imagenes desde esos poemas..

leyendo el último, de Enrique Molina, primero pensé en festejar la locura (!), luego pensé en el giro que tienen los escritos de Foucault sobre el tema, y asociados con las obras de Sade, Goya, Van Gogh y Artaud. Sobre la relación que Foucault establece en "Meditaciones de Descartes" entre la exclusión de la locura por la razón y en donde estos artistas y sus obras, antes que transgresiones de un "modelo normalizado", se reinterpretan como la puesta en relieve de un posibilidad hacia la libertad del sujeto, acotado por los saberes legitimados.

exclusiones / inclusiones estructurantes de la Modernidad..
excluímos a Dionisio e incluimos a Apolo ( forma de la belleza y la armonia), pero que hoy se "repolitizan" en torno a las reflexiones sobre las condiciones de la posmodernidad: del descentramiento del indivduo y los procesos de individuacion hacia la constitución de un sujeto heterónomo y en donde lo dionisíaco y el reencantamiento del mundo aparecerían como el punto de fuga de la modernidad racionalista- cartesiana. (elogiemos la locura!)

Dejo un pasaje magistral de "Rayuela". no puedo copiar el estelar "tablero de direccion" del libro, pero si lo tienen a mano sugiero qe lo miren. podríamos tentarnos y hacer de la "página en blanco" un gran bollo de razón bien arrugada y contra el piso. después, marchemonos por ahí..!!
(lo transcribo como comentario seguido, abajo)

mm dijo...

el pasaje corresponde al cap. 71 de Rayuela.

...¿Qué es en el fondo esa historia de encontrar un reino milenario, un edén, un otro mundo? Todo lo que se escribe en estos tiempos y que vale la pena leer está orientado hacia la nostalgia. Complejo de la Arcadia, retorno al gran útero, back to Adam, le bon sauvage (y van…), Paraíso perdido, perdido por buscarte, yo, sin luz para siempre… Y dale con las islas (cf. Musil) o con los gurús (si se tiene plata para el avión Paris-Bombay) o simplemente agarrando una tacita de café y mirándola por todos lados, no ya como una taza sino como un testimonio de la inmensa burrada en que estamos metidos todos, creer que ese objeto es nada mas que una tacita de café cuando el mas idiota de los periodistas encargados de resumirnos los quanta, Planck y Heisenberg, se mate explicándonos a tres columnas que todo vibra y tiembla y está como un gato a la espera de dar el enorme salto de hidrógeno o de cobalto que nos va a dejar a todos con las patas pare arriba. Grosero modo de expresarse, realmente.

La tacita de café es blanca, el buen salvaje es marrón, Planck era un alemán formidable. Detrás de todo eso (siempre es detrás, hay que convencerse de que es la idea clave del pensamiento moderno) el Paraíso, el otro mundo, la inocencia hollada que oscuramente se busca llorando, la sierra de Hurqalya. De una manera u otra todos la buscan, todos quieren abrir la puerta pare ir a jugar. Y no por el Edén, no tanto por el Edén en si, sino solamente por dejar a la espalda los aviones a chorro, la cara de Nikita o de Dwight o de Charles o de Francisco, el despertar a campanilla, el ajustarse a termómetro y ventosa, la jubilación a patadas en el culo (cuarenta años de fruncir el baste pare que duela menos, pero lo mismo duele, lo mismo la punta del zapato entra cada vez un poco mas, a cada patada desfonda un momentito mas el pobre culo del cajero o del subteniente o del profesor de literatura o de la enfermera), y decíamos que el homo sapiens no busca la puerta para entrar en el reino milenario (aunque no estaría nada mal, nada mal realmente) sino solamente para poder cerrarla a su espalda y menear el culo como un perro contento sabiendo que el zapato de la puta vida se quedo atrás, reventándose contra la puerta cerrada, y que se puede ir aflojando con un suspiro el pobre botón del culo, enderezarse y empezar a caminar entre las florcitas del jardín y sentarse a mirar una nube nada mas que cinco mil años, o veinte mil si es posible y si nadie se enoja y si hay una chance de quedarse en el jardín mirando las florcitas.

De cuando en cuando entre la legión de los que andan con el culo a cuatro manos hay alguno que no solamente quisiera cerrar la puerta para protegerse de las patadas de las tres dimensiones tradicionales, sin contar las que vienen de las categorías del entendimiento, del mas que podrido principio de razón suficiente y otras pajolerias infinitas, sino que además estos sujetos creen con otros locos que no estamos en el mundo, que nuestros gigantes padres nos han metido en un corso a contramano del que habrá que salir si no se quiere acabar en una estatua ecuestre o convertido en abuelo ejemplar, y que nada esta perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo esta perdido y que hay que empezar de nuevo

mm

mm dijo...

aquí esta el tablero,magnifico..

Tablero de dirección

"A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros. El lector queda invitado a elegir una de las dos posibilidades siguientes:

El primer libro se deja leer en la forma corriente, y termina en el capítulo 56, al pie del cual hay tres vistosas estrellitas que equivalen a la palabra Fin. Por consiguiente, el lector prescindirá sin remordimientos de lo que sigue.

El segundo libro se deja leer empezando por el capítulo 73 y siguiendo luego en el orden que se indica al pie de cada capítulo. En caso de confusión u olvido, bastará consultar la lista siguiente:

73 - 1 - 2 - 116 - 3 - 84 - 4 - 71 5 - 81 - 74 - 6 - 7 - 8 - 93 - 68 - 9 - 104 - 10 - 65 - 11 - 136 - 12 - 106 - 13 - 115 - 14 - 114 - 117 - 15 - 120 - 16 - 137 - 17 - 97 - 18 - 153 - 19 - 90 - 20 - 126 - 21 - 79 - 22 - 62 - 23 - 124 - 128 - 24 - 134 - 25 - 141 - 60 - 26 - 109 - 27 - 28 - 130 - 151 - 152 - 143 - 100 - 76 - 101 - 144 - 92 - 103 - 108 - 64 - 155 - 123 - 145 - 122 - 112 - 154 - 85 - 150 - 95 - 146 - 29 - 107 - 113 - 30 - 57 - 70 - 147 - 31 - 32 - 132 - 61 - 33 - 67 - 83 - 142 - 34 - 87 - 105 - 96 - 94 - 91 - 82 - 99 - 35 - 121 - 36 - 37 - 98 - 38 - 39 - 86 - 78 - 40 - 59 - 41 - 148 - 42 - 75 - 43 - 125 - 44 - 102 - 45 - 80 - 46 - 47 - 110 - 48 - 111 - 49 - 118 - 50 - 119 - 51 - 69 - 52 - 89 - 53 - 66 - 149 - 54 - 129 - 139 - 133 - 140 - 138 - 127 - 56 - 135 - 63 - 88 - 72 - 77 - 131 - 58 - 131

Con el objeto de facilitar la rápida ubicación de los capítulos, la numeración se va repitiendo en lo alto de las páginas correspondientes a cada uno de ellos"


mm

Lucas A dijo...

Gracias Daniela, siempre por las poesías y por pasar.

Muy interesante lo suyo MM. Gran conexión con MF, Sade, Goya, et al y gran pasaje de Rayuela! Gracias totales por Don Julio C.!

Buena semana! Sigamos
Lucas.