Kirchnerismo y amigos. Es claro que el problema trasciende al kirchnerismo. Se trata de una dificultad que genera el poder entre aquellos que se encuentran, por la razón que sea, cerca suyo. En todo caso, para mí, el kirchnerismo empeoró las cosas al menos por dos razones. Primero, porque la cuestión de la que vamos a hablar se agrava o modera de acuerdo al carácter más o menos extremo del gobierno de turno, y el kirchnerismo ha sido una experiencia en este sentido extrema. Segundo, porque el kirchnerismo pobló sus filas de mucha gente por quien siento o sentí cariño.
El problema. Mi problema es el modo en que tantas personas afines al kirchnerismo, y con quienes reconozco lazos de afecto, comenzaron a justificar a un gobierno que actuaba -repetidamente- de modos que, en nuestras vidas apenas anteriores, hubiéramos repudiado sin la menos hesitación.
La superioridad moral. Ocurre que uno empieza a escuchar a personas queridas diciendo cosas que uno no querría nunca haberles escuchando. Uno se tapa las orejas por dentro, entrecierra los ojos, y se dice a sí mismo: “no, no, por favor, no lo digas, no sigas...” Pero el hecho ocurre. Eso no lo deja a uno con la idea de que es, uf, un “alma bella”. No. Eso no es así ni nos interesa en absoluto. Ni somos bellos ni tenemos alma. Lo que tenemos es la certeza de que es posible militar, defender una idea, entregarse a aquello en lo que uno cree, sin necesidad de transformarse, sin necesidad de decir seriamente lo que antes nos causaba risa.
Arrogancia. Esto no implica, de parte de uno, un acto de arrogancia –una afirmación de superioridad moral que deja al otro en la posición del vil bellaco. No. Si estamos hablando de amigos! No se trata de que uno se sienta mejor que los amigos. Es la pena de perderlos un poco, de verlos asumiendo un papel en el que uno no querría verlos. Cómo se va a tratar de establecer una competencia con ellos!
El “yo real”. Alguien podría decir: “lo que ocurrió es, finalmente, que ‘ellos’ mostraron, ay, su ‘yo verdadero;’ aquello que verdaderamente eran, y que antes ocultaban; aquello que siempre estuvo allí.” Y no. Uno tampoco comparte este juicio, porque sabe que, mirados de cerca, todos somos bastante menos parecidos a aquello que pensamos o deseamos ser. Todos. No sólo “ellos.” Se trata de la bronca de que este contexto político anime a tantos a hacer visibles sus facetas menos dignas, en lugar de otras siempre más queribles.
El precio a pagar (o, “esos sapos”). Nos pueden decir, “Pero no, lo que pasa es que no te das cuenta. Es que toda construcción necesita de ladrillos viejos, de maderas algo podridas, de bosta en definitiva”. Se trata, en otros términos, de “el precio que necesitamos pagar para conseguir aquello por lo que hemos venido desde siempre luchando.” Podría entender esto, si tuviera atisbos de verosimilitud. Pero, en qué sentido podemos hablar de este precio a pagar, como precio necesario para obtener lo que queríamos? Sin ponernos demasiado finos con la cuestión, uno podría preguntarse, en qué sentido es que necesitamos Zanolas y Pedrazas para conseguir Asignación por Hijos y Matrimonio Igualitario? Normalmente, Zanola y Pedraza no son pasos necesarios para conseguir algo de lo que queríamos, como no lo son los peajes ministeriales, ni los economistas de la Ucedé, ni las mentiras estadísticas. Los bienes que nos interesa obtener o producir desde el gobierno pueden lograrse, normalmente, sin ellos, y en todo caso a pesar de ellos.
Sucios y malos. Entonces se nos ofenden, y responden con la idea absurda según la cual a uno no le gustan los Zanola-Pedrazas porque son distintos de uno, porque usan campera (yo también la uso, pero en fin), o son obesos (…), o tienen comportamientos etílicos o hábitos culinarios distintos de los que son propios de nosotros los de clase media (bué…). Rechazamos esa crítica, de inmediato y sin cortapisas. Lo que afirmamos es mucho más simple: Los Zanola no nos gustan porque estamos en contra de que alguien se enriquezca vendiéndoles medicamentos falsos a nuestros abuelos. Los Pedraza no nos gustan porque nos parece mal que a la oposición de izquierda se le dispare. El modo en que combinen colores o alcen la taza del té por la tarde tiene muy poco que ver con todo esto, por más que a nuestros amigos les guste así pensarlo.
Inocencia e historia. Y es que, por más que les pese, no toman en cuenta la dinámica de la historia, a la que siempre quieren citar en su favor. Y es que, aún si fuera cierto, excepcionalmente, que un Pedraza, un Curto, un Insfrán fueran relevantes hoy para obtener, mañana, lo que ahora queremos, entonces deberíamos preguntarnos si tales alianzas ayudan o socavan la posibilidad de seguir contando con lo que anhelamos, pasado mañana. La cuestión es sencilla: Dichas alianzas pueden facilitar que hoy se obtenga cierto respaldo que facilita, por ejemplo, aprobar el presupuesto mañana (no es éste, seguramente, el mejor ejemplo). Pero ellas suelen ser, también, la causa de que obtengamos lo más indeseado, pasado mañana, cuando se haga fuego contra algún opositor terciarizado, cuando se trafique veneno a costa de la vida de los más marginados, cuando se eche a la policía sobre tobas no domesticados, cuando la mentira se haya consolidado como el lenguaje en el que se comunica el Estado. Curiosamente, sin embargo, los que defienden la idea de “el precio a pagar,” son los que luego le recriminan a uno que no haga estudios históricamente situados, o que haga análisis demasiado estáticos, o demasiado inocentes. Son ellos, sin embargo, los que además de todo se tragan la historia.
Jugar con otros. Entonces vienen y nos acusan, enseguida, de “hacerle el juego” a los que ninguno de nosotros queremos. Nos señalan, entonces, como ya lo han hecho, porque las críticas que hacemos, desde la izquierda, sólo favorecen a la derecha. Pero deberíamos preguntarnos quién le hace el juego a quién, y quién es el que fortalece cuánto a qué porción de la derecha. Deberíamos pedirles que nos digan qué es lo que en verdad hacen cuando se convierten en arietes y escudos del gobierno, blindándolo de las críticas que le llegan desde la izquierda. Aquí un posible anticipo: Lo que hacen, de ese modo, es ayudar a que germine y crezca la peor gramilla de la derecha enquistada ya en el gobierno. Porque, qué gobernador aliado al gobierno nacional no puede ser considerado de derecha (el que no impone educación religiosa en las escuelas públicas, organiza sistemas de espionaje interno, asesina a los pueblos originarios, reprime a los jóvenes, persigue a los maestros…)? Cuántos funcionarios de la primera línea económica no provienen de la escuela económica o el partido político más reaccionarios de la Argentina? Cuántos “barones” del conurbano se han abstenido de tejer alianzas delictivas con la policía o el narcotráfico? Cuántos líderes sindicales han dejado de montar negocios con las patronales, entregado obreros, amenazado con armas a la oposición de izquierda? Que se sepa: Cuando se protege al gobierno de las críticas de izquierda, lo que se hace es permitir que siga creciendo la derecha oficial –posiblemente, la más peligrosa, dado el control que ejerce sobre el aparato represivo.
Nosotros, los destituyentes. Entonces cambian de blanco, y dicen que con nuestras críticas francotiradoras nos convertimos desestabilizamos o (Carta Abierta dixit) pasamos a engrosar las filas de los “destituyentes”. La idea es inconcebible, en la Argentina, para todos los que vivimos (como lo hicimos, todos nosotros) los años de la “primavera alfonsinista.” En aquellos años sí tenía sentido decir que la crítica despiadada al poder podía resultar “golpista” (hoy “destituyente”): La historia nos había enseñado que todos los gobiernos constitucionales, inequívocamente, caían antes de concluir su mandato, empujados por alguna brutal arremetida militar. Y sin embargo…y sin embargo, a pesar de la tremenda verdad que encerraba esa advertencia, no dejamos de criticar nunca al gobierno, en todo aquello que nos parecía horrendo del mismo, llámese punto final, obediencia debida, felices pascuas, héroes de Malvinas, economía de guerra. Cómo es que ahora, entonces, con la democracia consolidada, los militares en los cuarteles, las energías cívicas intactas, van a decirnos o hacernos sentir, que debemos acallar las críticas, dado los riesgos “destituyentes” que ellas encierran o son capaces de liberar? Y, lo que es peor -lo que aquí nos ocupa: Cómo puede explicarse que nuestros amigos se callen, una y otra vez, frente a lo que siempre repudiamos? Cómo es posible que nuestros amigos entierren sus críticas debajo de una pila de párrafos llenos de elogios oficialistas, como pidiendo permiso y perdón, por lo que apenas sugieren? Cómo puede ser que nuestros colegas, los más informados, hayan pasado a trabajar ahora en el ocultamiento deliberado de información imprescindible? Éste es uno de los aspectos más terribles del kirchnerismo: El promover la idea de que se ayuda al gobierno silenciando las críticas, ocultando información sobre lo que todos reconocemos como inaceptable.
Nadie es perfecto. Bueno, replican entonces, alivertianos, pero qué gobierno es perfecto? Qué gobierno no comete errores? Y es tan banal esta respuesta, tan necia! Escuchar a los amigos diciendo esto es triste porque eso lo sabemos todos, y porque exactamente eso mismo puede decirlo el peor obsecuente, para justificar al peor gobierno que uno quiera poner aquí (…) Leerlos escribiendo eso es doloroso, porque lo que nos interesa no es quejarnos de un gobierno no del todo perfecto, sino saber de qué tipo de imperfecciones hablamos, y cuál tipo de imperfecciones estamos dispuestos a tolerar, en lugar de extirparla. Una manera similar, menos vergonzosa, de decir lo mismo, consistió en señalar acusatoriamente a la oposición, para decir que en, definitiva, los de enfrente (los de la oposición) eran peores. Pero aquí, otra vez, nos encontramos con una fórmula engañosa, falsa, y finalmente perversa. Falsa, porque el mundo político local no está así polarizado, no se divide en dos, y encuentra a buenos y malos dirigentes en todos los frentes. Engañosa, porque simplemente no es cierto que dentro de la oposición no haya agrupaciones fundamentalmente limpias de algunas de las peores suciedades que tiene el gobierno (la vocación de financiar sus campañas con dinero sucio; la apertura a estructuras directamente ligadas al narcotráfico y el delito). Perversa, porque ella viene a blindar al gobierno frente a críticas justificadas, en nombre de las que no lo son.
TP, cuando el amigo se va. Los años de TP representan una buena ilustración del tipo de intercambios que imaginaba. Un grupo de amigos, virtuales o reales, reunidos en un espacio común –en este caso, un ámbito de expresión original y potente, facilitado por las cualidades excepcionales de su ilustrado e ilustrativo creador- en donde, en algún momento, el diálogo se hace innecesariamente complicado, por diferencias políticas inesperadamente ríspidas. En un instante, inesperado, la tierra se agrieta un poco, las veredas se separan, y la mesa compartida resulta una barrera que separa lados opuestos. Ello así aunque, en lo personal, el tiempo TP haya sido graciosamente polémico, pero nunca dolorosamente conflictivo.
Una mala noticia. Frente a los que se pasaron al otro lado, me quedan reproches y algunas cuentas sobre las que hablar. La mala noticia es que estas deudas no son resultado de un mero divertimento entre jóvenes adultos, puestos a negociar su aburrimiento por Internet. Al menos no lo veo así. Se trata de diferencias y de errores que tuvieron –dentro de la modestia e insignificancia de aquello que somos capaces de hacer- relevancia política, y de las que necesitamos aprender. La vida pública es, también, esta conversación, que se da en diferentes niveles, y que contribuye, como otras, a legitimar y deslegitimar, fortalecer o debilitar, iluminar o dejar a oscuras, iniciativas y áreas diferentes de nuestra vida en común. No estoy seguro de que todos hayamos sido capaces de hacer el aporte que podría correspondernos, dado el lugar de privilegio que, en tantos sentidos, ocupamos. A la vez, tengo el convencimiento de que muchos amigos se pusieron al servicio de una causa que era cada vez menos parecida a aquella por la que decían trabajar, o que describían en nuestros encuentros. El resultado de ocho años de kirchnerismo es muchas cosas pero también, y centralmente, concentración como nunca antes del poder político; y desigualdad económica-social como en las peores épocas del menemismo.
Y otra buena. La buena noticia es que, a pesar de las rabias, las molestias, los enojos justificados, el kirchnerismo cierra una etapa, y los vínculos entre “nosotros” y “ellos” –dentro y fuera de TP- no se han roto. No quedamos enemigos, no nos insultamos si nos vemos, no estamos armados. Lejos de ello. Nuestras disputas, estoy seguro, no han sido triviales, ni merecen amnistiarse como si todo diera lo mismo, como si sólo hubiera terminado la ronda de un juego. No. Sin embargo, y a pesar de ello, es bueno saber, pensar o creer que todavía es posible -aún sin TP, y aún sin Huili en el Control Central- seguir conversando.
21 comentarios:
No porque no acuerde del todo, pero 2 preguntas para conocer las bases de las conclusiones
1)cuando se dice concentración de poder como nunca antes, incluye dictadura y peronismo?
2)"desigualdad económica-social como en las peores épocas del menemismo". Es intuición o alguna estadística creible, en reemplazo del indec? ya sabemos que el indec miente, pero con cual se la reemplaza para contabilizar la pobreza?
Lucas
Cacho, que es o era TP?
(aclarame que formo parte de la gilada, por favor)
Censura en P12:
http://rebelion.org/noticia.php?id=139731
si, si, estamos al tanto, despues si podemos decimos algo
Por favor! Como si los militantes de "la primavera alfonsinista" hubieran sido un grupo de intelectuales puros en ejercicio del poder y gobernando por la socializacion o democratizacion de la economia!
¿O acaso con que guita RA padre, en ejercicio de la presidencia , le compro el depto de la Av. Santa Fe a la familia Obligado? Y hablamos de una de las propiedades mas caras de cap fed apenas al comienzo de su presidencia... ¿Y Angeloz? ¿Y Frenkel y su equipito de oro? Y encima despues se la dan de academicos puros que no se ensucian las manos...
y quien negaria la corrupcion e injusticias que hubo durante la primavera alfonsinista? no tengo nada que negar de aquello (en todo caso, si pienso que las injusticias y la corrupcion de hoy son mayores y estructurales, pero eso no dice nada particularmente bueno del gobienro de alfonsin. me parece que te tenes que sacar la anteojera)
lucas: concentracion de poder en gobiernos democraticos, no dictatoriales. desigualdad, si, es lo que dicen todas las estadisticas salvo las del indec. ya hablamos de eso mil veces en este blog, con cifras en la mano
Es un lindo texto RG y tu buena leche es evidente.
ahora, lo que vos no comprendes no es este gobierno, sino el peronismo.
desde la epoca del 45 el peronismo, el unico partido movimentista con vocación de mayorias, siempre tuvo contradicciones y desfilaron "angeles y demonios" el peronismo que expande el consumo y despues lo retrae, el peronismo que no responde al itinerario inamovible del progresismo, pero que se ganó a las masas, al pueblo, a los pobres, y lo sigue haciendo
la misma critica de lo que callan ahora gente que en los 90 estaban del mismo lado se podria decir a los que no apoyan medidas que este gobierno tomo y que en los 90 se reclamaban unanimemente.
porque no RG? por que el intelectual, el periodismo no puede ser oficialista? que reconoces vos del gobierno? casi nada. La sensación es que la "izquierda menemista" no puede apoyar a un gobierno, se crió con CQC y dia D, un intendente que se afana una heladera esta ANTES que el rumbo ideologico que tome el gobierno. Y da la sensacion que los choreos van a estar siempre, aca y en todos los paises.
por otro lado no aportas demasiadas opciones superadoras para problemas complejos, que llevan muchos años instalados. Los gobernadores, vos crees que sacas a uno de los impresentables y se resuelve el problema? a quien pones vos? y como le va a ir a un candidato progresista en provicnias donde el 85 por ciento de la poblacion es devotamente religiosa?
porque no se trata solo de las ideas correctas, se trata de buscar la manera de implementarlas se trata de discutir y construir poder. Construir poder significa transar, con buenos y malos, con gente que tiene intereses muy concretos.
primero, me alegro luciano que vos si entiendas todo y puedas darnos lecciones de como va la vida. gracias por eso.
lo otro es que afirmas lo que explicitamente rechazo. uno puede decir "siempre va a haber desigualdad." ok, pero distintos gobiernos han convivido con niveles de desigualdad distintos: en este caso, es como la de menem: lo peor de la historia contemporanea. "siempre va a haber crimens politicos." ok, pero aca van mas de una decena. otros gobiernos no mataron a nadie. eso es lo que justamente denuncio: colgarse en la abstraccion para amparar las violaciones concretas que de ese modo se silencian y ocultan
La desigualdad es grande porque hubo una devaluación del 300 por ciento que benefició a las grandes empresas y perjudico los salarios.
decirlo asi como vos lo decis, hace pensar que este gobienro le bajo los impuestos a los ricos y se los subio a los pobres, elimino todo subsidio a los pobres y se los mantuvo a los ricos.
"a los negros les dan todo y por eso no trabajan" ese es el sentido comun contra este gobienro, habria que prestarle algo de atencion no?
tambien podriamos decir que el conusmo popular es el mas alto de la historia.
es cierto que no modifico el IVA y otros impuestos, pero el rumbo no es ampliar la desigualdad, sino explicame que fue la 125 y por favor, ahorrame de hablar de "pequeños productores"
la experiencia de la izquierda en el poder, tan honesta y progresista terminó cediendo a todo lo que pedia al establishment y un poco mas tambien.
es lo que explico ahi luciano: antes de la 125, el gobierno tuvo mayorias legislativas, y mantuvo una estructura impositiva regresiva, reaccionaria, desigual e injusta. solito solito lo hizo. y las mineras y el petroleo a sus aliados empresarios. y les permitio quedarse con todas las rentas. y protegio a las rentas financieras. a la vez que los lideres del movimiento compraban millones de dolares y se los llevaban afuera. todo eso solitos, con camaras legislativas a favor y en pacto con los grandes medios. ves mucha tele basura luciano
este ... y que era TP, que sigo sin saber, plis
TP era bonk.. era ..es .. esto... http://www.bonk.com.ar/tp/ ... un grupo de chicos... no tan chicos muy inteligentes, muy talentosos.. y medio odiosos.. jeje
me diverti mucho con el podcast? asi se dice?.. de cuando llevaron a peron a san vicente .. eran buenos realmente..
creo q habia algunas chicas tambien ... pero muy pocas.. no?
Me pareció excelente la nota, coincido en todo. Es transcendente en este momento, en que el Gobierno ha logrado una mayoría impresionante, que puede llevar a un grado mayor de concentración del poder, de la intolerancia y de la soberbia.Hoy mas que nunca es imprescindible que desde adentro mismo del poder existan criterios independientes y críticos y no meramente obscuentes, que promuevan rectificaciones imprescindibles, de todo aquello muy bien señalado en la nota y que necesariamente debe cambiar. No considero válido - como aparece en algunos comentarios _ que para defender al actual gobierno, se invoquen, en algunos casos falsamente, hechos que atribuyen al gobierno de Alfonsín, gobierno que representó la transición entre la dictadura y la democracia que tuvo muchos logros y también errores. El fin no puede nunca justificar los medios.
Pablo O. Pinto
"Porque, qué gobernador aliado al gobierno nacional no puede ser considerado de derecha..."
RG:
Exceptuando a Binner, ¿me nombrás a los numerosísimos gobernadores, aliados o no al gobierno nacional, que puedan no ser considerados de derecha?
Es la primera vez en casi 30 años que alguien insinúa que Alfonsín era un chorro. No lo puedo creer todavía.
Los gobernadores de Tierra del Fuego y Entre Ríos tienen no son de derecha.
Justamente la anteojera no la tengo puesta, veo hasta con espejito para atras. No pretendo que recuerdes los msgs de c/u, pero ya sus flores le habia tirado tambien al oficialismo. De hecho te recuerdo uno: no los vote en el 2003 porque el km de ruta en santa cruz salia (curro incluido) 1 millon de u$s ,cuando el promedio del pais (curro incluido tambien) costaba 300 mil.
Pero si agrego algo: aun con todos esos curros tengo que reconocer que es la mejor presidencia que tuvimos desde la primera de Peron , y eso es mucho decir.
Me siento muy identificado con muchas de las percepciones hilvanadas a lo largo del artículo. Similares discusiones hemos sostenido también en nuestro blog/revista digital que comparte siglas, aunque invertidas, Palabras Transitorias (PT, http://salierishistoria.wordpress.com/).
Felicito por el aporte y recomendaré su lectura.
Fernando
Peronist Scheiße
Marcelo
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