3 nov 2011

Política pública y villas

De Gus Maurino, acá

6 comentarios:

Inés dijo...

Muy buena nota. Coincido en que la sociedad está dividida en castas, lo cual significa que a menos que haya una política de integración por parte del estado, no hay chance para el más pobre o el villero de pasar a un nivel de visa superior. Su "mala suerte" se propaga a todas sus generaciones futuras. Así estamos, ¿qué se puede hacer desde nuestro lugar para cambiarlo?

Anónimo dijo...

Ojalá todos los abogados libertarios que pululan por este blog fueran como Maurino. Buscan concretamente qué hacer, acomodándo se lo mejor que pueden en el contexto político y social. Cuando hay que criticar, critican. Cuando se puede acompañar, acompañan.

Anónimo dijo...

Me gustaría preguntarle a Gustavo si verifica algun nivel de diferencia en las políticas habitacionales (en particular) y de las políticas sociales (en general) entre los distintos niveles de gobierno, Ciudad, Provincia y Nación, que juegan en el amba. Digo esto porque pareciera estar todo igualado en el diagnóstico y quisiera sacarme la duda. Sospecho que puede tratarse de "falta de espacio" para explayarse.
Saludos
Martin

PIC dijo...

Lamento ver cómo los intelectuales de izquierda cuando piensan el derecho a la vivienda, no contemplan a la clase media.

La urbanización de las villas o el obsequio de viviendas a los habitantes villeros es muy ineficiente en términos sociales.

Regalando un terreno a quien lo intrusó por la fuerza, se termina en el absurdo de que alguien que paga un alquiler de $2500 por un departamento modesto en una zona periférica, mientras que quien no paga nada, obtiene un lote en Retiro.

Por otra parte, las villas miseria no se forman espontáneamente: no consiguen lotes los necesitados sino quienes tienen conexiones con líderes de facto de la villa (tales como punteros, curas y otros vivillos). Los pobres son desalojados por los jefes villeros y terminan alquilando una piecita en el Gran Buenos Aires.

Además, la urbanización de la villa va en contra de una política saludable de urbanización. Lo razonable es que crezcan los suburbios y el resto del interior del país, no que la gente se conglomere en pequeños enclaves. Por ello, en todo caso hay que ofrecer viviendas en los conurbanos. Habiendo viviendas ahí, los villeros de las ciudades no tendrían ningún derecho a reclamar "ciudadanía porteña".

Las villas deben ser erradicadas, pues son enclaves que se alzan contra el Estado de derecho. Su misma estructura está armada para evitar el ingreso del Estado de derecho, y dar poder a grupos que intrusan funciones estatales (como los jefes villeros que cobran tributos a cambio de protección o los comerciantes de drogas). El Estado moderno de derecho no puede permitir un imperium intra imperium

PIC dijo...

La posición libertaria indica que el derecho a la vivienda exige la moneda sana, baja inflación y apertura económica, que permiten el ahorro de largo plazo (Chile es un ejemplo de esto), el crédito y la baja inflación.

Así fue la Argentina desde 1890 hasta los '40, cuando no existían las villas marginales que tenemos hoy.

El impuesto a la tierra es una alternativa interesante: eliminados todos los impuestos al trabajo, el impuesto a la tierra libre de mejoras evita la especulación con el suelo.

gustavo maurino dijo...

hola. gracias Robert.
Anónimo 1:12. Creo que no entendì bien lo que quiso decir sobre mi intervenciòn (y tampoco estoy seguro de si le parece valorable o no). Pero en todo caso, o bien, gracias, o bien tìreme algo más a ver si conversamos.

Martìn: efectivamente, no tratè de caracterizar las polìticas de los gobiernos, sino mapear concepciones evaluativas posibles, que andan por los sentidos comunes y que podrìan utilizarse para valorar tales polìticas. Es claro para mì que el CGBA trata de ser lo màs libertario posible -en el ènfasis en la responsabilidad individual-. Conozco de manera insuficiente la provincia para un juicio confiado, pero mi hipòtesis es que opera "parisitariamante" respecto de Naciòn; sin autonomìa concepetual para definir sus polìticas (todo lo relevante sobre vivienda, ambiente, infraestructura, etc. en conourbano lo maneja nación; supe algo del proyecto de reforma de ley de tierras y pasaron cosas patèticas vinculadas a la falta de consistencia y voluntad polìtica, por ejemplo). Y a mi modo de ver nacion, opera con lògicas que intersectan una posicion libertaria "caritativa" o solidaria "inconsistente".
Lo fascinante es que cuando debieron actuar naciòn y ciudad de manera consistente (indoamericano y riachuelo)...no tienen puntos de discordia sustantivos. Se alinearon perfectamente; y los derechos y la igualdad no llegan nunca a la mesa de la conversación.
PIC, dèjeme almorzar, comerme un chocolate y asì tratarè de estar de acuerdo con usted aunque sea un poco, aunque me temo que pueda resultarme un tanto difìcil.