1 jun 2012

Los límites morales del mercado


Luego del éxito extraordinario de su libro “Justicia” (que por ejemplo lo llevó a ser reconocido como la figura internacional más influyente en China!), Michael Sandel acaba de publicar un nuevo trabajo, “What Money  Can´t Buy. The Moral Limits of Markets” (Farrar 2012), que es una versión muy expandida de unas famosas lecciones (las “Tanner Lectures”) que dictara años atrás.

Como siempre interesante, el libro se dirige a criticar la expansión de la influencia del mercado, y su paulatino ingreso en las más diversas esferas de la vida social –una transformación que Sandel describe como el pasaje de una sociedad-con-mercado, a una sociedad-mercado (es decir, el pasaje que va del mercado entendido como una herramienta o medio, al mercado visto como forma de vida).

El libro es, sobre todo (y hasta un extremo) una sucesión de ejemplos brillantes en torno a la comodificación de la sociedad. Sus casos principales se relacionan con el mercado ingresando en las escuelas, los hospitales y las prisiones. Sandel propone pensar cuáles son los límites morales del mercado, y sugiere que hay cosas que el dinero no debería ser autorizado a comprar.

Los argumentos que da, contra el mercado (o la extensión del mismo a todas las esferas) son fundamentalmente dos. El primero se relaciona con la desigualdad: “En una sociedad en donde todo está a la venta” –dice- “la vida resulta peor para aquellos con menores recursos. Cuanto más sea lo que el dinero puede comprar, más importa el ser rico.”

El segundo argumento contra la comodificación de la vida social se relaciona con la tendencia corrosiva de los mercados –la forma en que la presencia creciente del mercado corrompe la vida en común. Así, por ejemplo, subastar las vacantes en las escuelas, dejándoselas al mejor postor, puede ser una forma de financiar la educación en una época de crisis. Sin embargo, de ese modo se erosiona también la integridad de la escuela y el valor de recibir un diploma. De modo similar, pagarle a los niños para que lean puede ser una forma de fomentar la lectura, pero también una manera de privarlos de que reconozcan en la lectura una fuente de satisfacción intrínseca.

Su posición al respecto es la siguiente: “cuando decidimos que ciertos bienes pueden ser comprados o vendidos, decidimos también, al menos de modo implícito, que es apropiado tratar a esos objetos como mercancías, como instrumentos de ganancia y uso.” Sin embargo, agrega, no todos los bienes merecen ser valorados de ese modo. El caso más obvio es el de los seres humanos y la esclavitud: la esclavitud es inaceptable, entre otras razones, porque implica tratar a los seres humanos como mercancías. Del mismo modo, no permitimos que las personas vendan sus votos, por más que haya personas dispuestas a comprarlos. Por qué? “Porque creemos que ciertos deberes cívicos no deben ser tratados como propiedad privada, sino vistos como una responsabilidad pública”. Si no los vemos de ese modo, pasamos a valorar a esos bienes y obligaciones del modo equivocado.

En definitiva, concluye, ciertos bienes resultan degradados o corrompidos cuando son tratados como mercancías. Con este libro, Sandel reafirma su lugar en la filosofía política, como uno de los más lúcidos representantes del republicanismo de izquierda.

20 comentarios:

Heber dijo...

Se extrañaba una nota como esta en el blog. Excelente dato, buscaré el libro!

CV dijo...

Disculpas si suena monotemático, pero hojeé un poco el libro y una discusión q allí menciona (pero q me parece q estaba mejor tratada en sus Tanner Lectures) se relaciona con lo q comentaba hace unos días sobre el servicio militar obligatorio:

"A second objection to letting people buy their way into and out
of military service is independent of the first. It holds that, even in a society where the choice of work did not reflect deep inequalities in life circumstances, military service should not be allocated by
the labor market, as if it were just another job. According to this
argument, all citizens have an obligation to serve their country.
Whether this obligation is best discharged through military or
other national service, it is not the sort of thing that people should be free to buy or sell. To turn such service into a commodity—a job for pay—is to corrupt or degrade the sense of civic virtue that properly attends it. A familiar instance of this argument is offered by Jean-Jacques Rousseau: “As soon as public service ceases to be the chief business of the citizens and they would rather serve with their money than with their persons, the state is not far from its fall. When it is necessary to march out to war, they pay troops and stay at home. . . . In a country that is truly free, the citizens do everything with their own arms and nothing by means of money; so far from paying to be exempted from their duties, they would even pay for the privilege of fulfilling them themselves. . . . I hold enforced
labor to be less opposed to liberty than taxes.” (p. 112)

http://www.tannerlectures.utah.edu/lectures/documents/sandel00.pdf

PD: Sí, claro, también podríamos hacer como Costa Rica, y disolver nuestras FF.AA., y confiar en q con el TIAR estaremos siempre seguros... Pero no creo q sea muy prudente a la luz de pasadas experiencias y para una país con la relevancia -digamos, de mediana magnitud- de la Argentina...

Apio Claudio dijo...

en academicearth.org se puede ver todo su curso de Harvard sobre la justicia es buenísimo, son todas las clases del año filmadas.-

Anónimo dijo...

Coincido en que "Justicia" es más que estimulante, con buenas ideas y expliaciones de Kant, Arist. etc. No leí el nuevo, pero el límite del mercado -si no recuerdo mal- está en los casos de la conscripción para la guerra, el alquiler de vientres, etc. y en el muy lindo discurso del Kennedy que no fue.

Pero tiene ejemplos que muestran cómo la ideología imperialista norteamericana (una mística obligación de conducir el mundo) no es ajeno ni a quienes se califican de "izquierda". El caso de los pastores afganos y los marines no solo no presenta ningún dilema ético y resulta muy chocante que plantee como tal; la solución es siempre facilísima: los civiles no se matan.

Lo anterior no quita que me sea muy buen libro, muy culto, sin grandes ideas nuevas pero muy bien tratadas.

Tito

Pdta. Sobre comprar el voto una de color: dijo Pellegrini ¡que hombre más lubre que el puede vender su voto! (lo dijo irónicamente, criticando el sistema electoral de EEUU).

Anónimo dijo...

rg, por favor indicanos que aporta de diferente este libro respecto de otra obra: Las esferas de la justicia de Michael Waltzer.
Me parece que algunas de sus ideas son muy similares

rg dijo...

hay un vinculo entre ambos, pero en el caso de sandel su analisis esta basado en una postura republicano-socialista-antimercado que no es la de walzer, y se nota

Anónimo dijo...

brillante, habrá que comprarlo. SL

rg dijo...

el es brillante, y el nucleo basico de ideas, que ahi expuse, es fantastico. pero luego, la verdad, el libro es una serie de reflexiones en torno a ejemplos, lo cual es bueno o malo pero es eso

Anónimo dijo...

Los argentinos ya tenemos experiencia de lo que puede hacer el Estado sin control cometiendo todas las arbitrariedades posibles para beneficio de la minoria que gobierna.
Ni los legisladores ni la justicia son una garantia de control de nada. Veamos sino lo que paso ayer en la Legislatura Bonaerense para lograr la aprobacion de los aumentos de impuestos. Volvieron las Banelco.

Mariana Alvarez Gaiani

Heber dijo...

Su estilo me parece estupendo. Te plantea la idea, le da dos vueltas y te persuade de la verdad de ellas a través de ejemplos. Al menos como discurso es bastante efectivo. Más allá de eso, la tesis central del libro es poderosa: el mercado como instrumento ok; como modo de vida,de ninguna manera.

Lo empece a leer hoy, bastante bueno hasta la página 44.

sldos

Anónimo dijo...

También podría escribirse "Los limites morales del estado"...y buscar ejemplos en nuestro país. Pero dejamos esta tarea para RG. El estado son los gobernantes de turno, el mercado las mayorías que votan todos los días adquiriendo bienes y servicios.

Un buen ejemplo es la telefonía celular en la argentina donde las mayorías eran estafadas a sabiendas...y "el estado" tardo años en darse cuenta. La disculpa vino tarde y sin reparacion a los defraudaos.

Solo en Argentina se pueden hacer esos negocios, cobrando a los usuarios por llamadas no realizadas desde que el usuario aprieta la tecla "send".

Que gran país Argentina para los negocios de los Werthein. Mantengamos cautivos a los usuarios...no sea que se les ocurra abrir el mercado y dejarnos sin negocio!!!


Mariana Alvarez Gaiani

Anónimo dijo...

y la prostitución? se puede comprar o alquilar sexo o cuerpos?

fahirsch dijo...

Lo acabo de comprar USD 16.36 digital. Está dentro de lo que “What Money Can Buy.”

Alejandro Kafka dijo...

¿Una luz al final del túnel?

http://www.eluniversal.com/internacional/crisis-en-la-eurozona/120601/syriza-promete-abolir-memorandum-de-grecia-pactado-con-la-ue-y-el-fmi

Anónimo dijo...

Rights vs. Entitlements.

http://www.thefreemanonline.org/columns/rights-versus-entitlements/

Anónimo dijo...

http://www.justiceharvard.org/2011/03/episode-01/#watch

fahirsch dijo...

Anónimo Mariana:
Aparentemente no va a representar ninguna disminución real del costo:
http://www.lanacion.com.ar/1478160-un-pi-pi-pi-que-ya-casi-no-se-pagaba
Es parte del show para distraer de cosas importantes

Andrea dijo...

"We have drifted from having a market economy, to being a market society" in which the solution to all manner of social and civic challenges is not a moral debate but the law of the market, on the assumption that cash incentives are always the appropriate mechanism by which good choices are made. Every application of human activity is priced and commodified, and all value judgments are replaced by the simple question: "How much?"

Sandel makes the illuminating observation that what he calls the "market triumphalism" in western politics over the past 30 years has coincided with a "moral vacancy" at the heart of public discourse, which has been reduced in the media to meaningless shouting matches on cable TV – what might be called the Foxification of debate – and among elected politicians to disagreements so technocratic and timid that citizens despair of politics ever addressing the questions that matter most.

"There is an internal connection between the two, and the internal connection has to do with this flight from judgment in public discourse, or the aspiration to value neutrality in public discourse. And it's connected to the way economics has cast itself as a value-neutral science when, in fact, it should probably be seen – as it once was – as a branch of moral and political philosophy."

http://www.guardian.co.uk/books/2012/may/27/michael-sandel-reason-values-bodies

The Reith Lectures 2009: http://www.bbc.co.uk/programmes/b00kt7rg

Y cambiando de speaker, el pasado mes una superb y bellísima charla de Erik Olin Wright en Londres:
http://www2.lse.ac.uk/newsAndMedia/videoAndAudio/channels/publicLecturesAndEvents/player.aspx?id=1483

Anónimo dijo...

los cuerpos y el sexo pueden ser comprados y vendidos, tratados "como mercancías, como instrumentos de ganancia y uso"? no resultan "degradados o corrompidos cuando son tratados como mercancías"? es moral un mercado de la carne humana (abrumadoramente de mujeres), es lícito un mercado del sexo?

encontré esto en Internet:

Sandel and Nigel Warburton tackle some big questions: What are the limits of free market thinking, especially when it comes to what we can do with our bodies in the marketplace? Can we sell blood consensually? Perhaps. But what about selling our kidneys on the open market? Or “renting wombs”? (There are whole villages in India where women act as “paid surrogates” for Western couples.) Or what about consensual prostitution? Or engaging, however willingly, in degrading forms of wage labor? Are these inherent freedoms, as some free market/libertarian thinkers might hold? Or do these acts violate our collective sense of the “good life”? And do they diminish our freedoms in some kind of larger sense?

interesante...

Anónimo dijo...

entiendo entonces que la respuesta de sandel es negativa con respecto a la moralidad de un mercado del sexo y de alquiler de cuerpos.