11 may 2014

Argibay

Vamos a extrañar a esta Ministra en la Corte, radicalmente independiente, querible, cascarrabias, capaz de no atenderle el teléfono a la Presidenta, con pensamiento propio. Sentimos mucho la muerte de una mujer así, disidente y disonante siempre. Buenos recordatorios en Página, acá, y La Nación, a.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Te parece que la vamos a extrañar? No tuvo grandes votos, sobre todo en temas donde se esperaba mucho de ella, como "Tejerina", "FAL", su voto en Arriola es lamentable, también su negativa a aplicar la doctrina de la arbitrariedad; se la pasó metiendo 280 en casi todos los recursos... Saludos, Germán

A 2 dijo...

Una profunda tristeza, una de las pocas personas descatables no sólo dentro de la Corte sino de todo el Poder Judicial. Yo la voy a extrañar mucho. Qué mal habla de vos Germán que no lo vayas a hacer.

Martín L. dijo...

Lástima que en 2004 La Nación decía esto de ella.
"Desde el punto de vista profesional, los antecedentes de la candidata que el Gobierno acaba de difundir evidencian que la doctora Argibay no es una jurista que se haya dedicado al estudio del derecho (...) Mucho menos se comprende cuál fue la intención que tuvo al definirse como 'atea militante', una expresión que parece implicar una actitud beligerante hacia la mayoría de argentinos que creen en un dios. (...) Hay, en el mundo jurídico nacional, profesionales mucho más idóneos para esta excelsa función que supieron destacarse tanto en la cátedra o en la magistratura como en la profesión."

rg dijo...

lástima de qué? qué tiene que ver la nación acá???? el gobierno tampoco la tragaba, particularmente luego de sus votos en clarín, pero qué tiene que ver acá?

Martín L. dijo...

Me parece que es relevante señalar la incongruencia entre lo que decía La Nación sobre Argibay al momento de su designación y lo que dice ahora. CA ya era una jurista brillante en 2004, pero ellos tardaron diez años en reconocerlo.
No niego que el gobierno también se mostró disgustado ante sus fallos, pero no recuerdo ninguna declaración pública de NK o CFK poniendo en duda su idoneidad o lamentándose de haberla nombrado en la Corte.

SebaE dijo...

Roberto, cien por ciento de acuerdo con vos. Argibay ha sido un ejemplo de honestidad, valentía e independencia, tres características que no han abundado en la historia de la Corte Suprema. Tuvo el coraje de votar en contra de los deseos de quienes la designaron en temas muy importantes, tuvo la altura de saber dejar sus preferencias de lado cuando pensó que el derecho imponía una solución distinta, interpretó muchas veces (y más allá de naturales discrepancias que uno pueda tener) la Constitución de manera no esotérica, se tomó en serio los precedentes, y tuvo, a mi juicio, una concepción de su propio rol muy interesante. Hemos perdido mucho con su muerte y, sin dudas, muchos argentinos la vamos a extrañar.

Anónimo dijo...

Siempre hubo un punto fuerte muy encontra que es haber cobrado, la madre, por desaparecida.

Cuando se le consultó si iba a devolver la plata dijo: ya lo voy a hacer en algún momento. Pasaron 9 años, no lo hizo aun.

Como juez, desde su función, considero que actúo siempre muy bien y fue pionera en temas de género.

Me genera luces y sombras.
Un abrazo
Santiago

Anónimo dijo...

Es muy acertado lo que dice SebaE.

Un juez que tuvo un historial similar -estoy hablando de su función como juez- fue Augusto Belluscio. Fue juez de la Corte Suprema argentina y de la Constitución argentina, no una vedette ni un amigo del poder.

La última gran lección de Argibay fue la memorable desidencia que, junto a Enrique Petrachi, firmó hace menos de un mes en "Camaronera Patagónica". Por virtudes propias, por su profundida, es ya una pieza antólogica en los anales de las sentencia de nuestra Corte Suprema. Y también para quienes creemos que defender la vigencia real de la Constitución y poner límites al poder destructor del estado es la principal función de la Corte Suprema.

Saludos,

Anónimo dijo...

de su bajo perfil puede aprender Zaffaroni que se muestra siempre con el kirchnerismo duro

SebaE dijo...

De acuerdo con los últimos dos post anónimos. La deisidencia de "Camaronera Patagónica" es excelente. Se contrapone con el voto de Zaffaroni, que se siente obligado a aclarar en su concurrencia que lo decidido no tendrá efectos económicos "macro" (en buen romance, que no tocará la caja del Gobierno). De paso, Gustavo Arballo tiene una estadística muy buena respecto de cómo votan los jueces de la CS en uno de sus últimos post (si no el último). Una nota (no demasiado) llamativa: el menor número de coincidencias se da entre Argibay y Zaffaroni. Eso nos dice algo de cada uno de ellos. Para quienes pensamos que lo que fallaba Argibay era, la mayoría de las veces, muy razonable, la estadística confirma algo que muchos también pensábamos: que los votos de Zaffaroni dejan mucho que desear, en no pocas ocasiones.
Abrazos

GerardoD dijo...

Retomando el primer comentario, es cierto que rechazó muchos recursos por vía del 280, lo que en una primera visión no me gustaba. Pero me parece que era parte de una línea razonable de acotar los casos que llegan a la Corte como hacen todos los tribunales supremos del mundo. Creer que todo tiene que llegar a la Corte en espera de una solución "final" puede ser incumplible e irrazonable, y ser más perjudicial que beneficioso en un balance global (ya tan solo por el tiempo que demoran en resolver cada expte)

SebaE dijo...

Sí, lo de la arbitrariedad es todo un tema. Argibay tuvo casos donde analizó si había o no arbitrariedad (concluyendo en que no), en lugar de meter su clásica plancha con el 280, y otros donde hizo lugar a los recursos pero entendiendo que había cuestiones federales (en suma, creo haberle leído un par de votos que, aunque no lo dijese así, eran encuadrables en supuestos de arbitrariedad). No sé si compro 100% su postura en el tema. Mi experiencia como litigante me hace dudar un poco. La solución a ese problema es mejorar la justicia inferior; que, en suma, haya menos sentencias arbitrarias.
Abz