Después de un rato, más suelto, le dije, como
bromeando, “y qué hacemos nosotros en este país?” Ahí comenzó a parlotear. Me
dijo: “Aquí, primero, somos la lengua que hablamos; luego, el lugar donde
nacimos; recién después un nombre. Junto a turcos y rumanos me siento ligero,
entero, yo mismo. Todos en el umbral, sin hablarnos: nos miramos de costado
cuando pasa un gringo, o levantamos las cejas, o torcemos hacia el costado la
boca, o abrimos los ojos desorbitados, o fruncimos la nariz un poco.
Eventualmente un “Otro día de aquellos¡”, o también “Lluvia otra vez nos toca¡”
O un irónico “Germania¡” desde el bar, los labios del italiano. Escuchamos
todos sonrientes cuando habla el de Lucca, mientras avanza el fuego; mientras
vuelan las cenizas lejos, del uno al otro; mientras echamos al humo resignados;
mientras el cigarrillo se apaga irreversible, definitivamente despacio, lento.
Cada uno frente a su lugar de trabajo, en silencio, la calle muerta de calma.”
***
“Casi todos de guardapolvo blanco: arrugado
el que llevo yo puesto; grasa en el de Rachid; sangre de vaca en aquél;
impecable albo sólo el del irlandés colorado. Ha habido jornadas de otoño que
no he recordado a los míos: los días cortos absorto ante los árboles que van
quedando vacíos. Ha habido días de lluvia intensa y yo fumando, mientras calaba
la lluvia, un dolor entero en el pecho, empapado. Hubo veranos enteros que no
hice más que mirar al cielo desde el umbral, sin querer cruzar mis ojos con los
de otros; sin querer cruzar palabras con las de nadie. Cada pausa, extendiendo
el momento, soltando al humo lejos, despacio.”
***
“Me siento en el umbral y pienso, pienso,
pienso, sin parar pienso. En el día en que me fui, el sombrero puesto, tratando
de olvidarme de todo, apenas habiéndolo dejado atrás, ciego. En el día en que
arribé, valija enorme en la mano, toda mi juventud encerrada con un candado
ligero (medio siglo de vida y pelea allí dentro, forrada en cuero). Pienso.
Pienso en las 5 y 30, la hora en que cada mañana, inevitablemente maldiciendo, invariablemente
termino el descanso. Pienso, en mi padre cuando empezaba la frase, “eh, Omar,”
y luego callaba, por no animarse a decir más, por no reprocharme otra vez, o
porque sin saber bien de qué, se emocionaba. Pienso en mis colegas de pala,
olivos y piedras (al mar calmo y azul se lo escuchaba hablando algo a lo lejos), cuando
acabábamos la faena y nos parábamos los tres, apoyados uno en el otro, como
iniciando un festejo. Reíamos. Pienso en una mujer de ojos claros, que me
esperaba cada día en la puerta, durante horas, aún sabiendo que estaba ya
lejos, aún sabiendo que ya no estaría de regreso. Pienso en un sol salvaje, que
no me abandonaba nunca -mientras me agachaba sobre la tierra, mientras me
secaba la frente, mientras detenía mi trabajo buscando el receso. Pienso en las
manos enormes del abuelo, cuando me alzaba: yo gritándole auxilio, fingiendo que
me asustaba; él actuando el enojo, prometiendo que no me bajaba. Pienso en las
tortas que me preparaba tía Sevil: una capa de crema sobre una capa de crema
sobre una capa de crema. Yo le decía, tía, qué pasó hoy, que vino sin crema.
Reíamos.”
***
“La luz es hermosa aquí, cada mañana. En
días de invierno como hoy, cuando se hacen las 8, salimos todos, de guardapolvo
blanco, y compartimos un pequeño milagro. A esa hora la luz, como por un
corredor, sin un rumor, en silencio, se angosta y baja, entre los edificios
juntos, por medio de calles estrechas, cruzando árboles, como en puntas de pie,
sin pausa alguna, hacia nosotros arranca.
Primero roza la torre, después los faroles, los balcones viejos, las paredes
descascaradas, lo atraviesa todo, avanza. Yo cierro los ojos apenas la veo
brillando a los hierros. Cierro los ojos y espero. Espero hasta que el haz de
luz me señala. Una caricia sin apuros sube hacia mí, entibia mis manos, el
sueño de un tiempo, una vida distinta me alcanza.”
3 comentarios:
Muy bueno Roberto!! Me llevó a una emotiva conexión con mis sentimientos en esta hora de la mañana en la oficina! Se agradece.
sIES tuyo es lo tuyo
Si no, muy bueno
Conmovedor, muy hermoso.
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