Fueron los rostros en el sur, y esa manera tan hermosa de hablar; fue la luz tan blanca sobre las paredes en Roma; fue la campaña plena de vida y dadora de vida, de la Toscana; y ahora es el olor del Norte. Fue inmediato, acercarse al Norte –Florencia, ahora Padua, hacia Trieste- y el olor ya ocupó todo el espacio: perfumes, ropas refinadas, gente elegante, locales aromatizados, comidas elaboradísimas. Todo el aire se torna así artificial, falso. No son buenas noticias: es éste, para mí, el olor de la Liga Lombarda. La Liga Lombarda y todo lo que ella representa, y no lo tolero, tengo que hacer un esfuerzo para sobreponerme a él, y no puedo. No se trata de un prejuicio ideológico, no se trata de una elaboración intelectual, no se trata de una “idea”: es el estómago que rechaza estos nuevos olores –y en sus decisiones, ya que no en las mías, confío. Se trata de una reacción que me sitúa a la defensiva y me provoca un ánimo bélico, de llevarme la mano a la cintura. Despierta mi adormentado y normalmente tierno instinto asesino. Me viene a la memoria, entonces, la frase “picante” de uno de los mentores de la “Lega”, hablando -no es por azar- del olor inaguantable de los que llegaban del sur: “Hay que desinfectar los trenes después de que se suben estos,” decía. “No se bañan nunca, se sacan los zapatos en el tren, se quedan descalzos. Insoportable. No tenemos por qué aguantarlo”. Lo que me sucede a continuación de que recuerdo este recuerdo es curiosísimo, pero no increíble: estoy escribiendo esto mismo, en el tren, y escucho a la cuarentona lombarda, sentada aquí frente a mí (rubia, alta, sofisticada, feamente ornamentada), diciendo a su madre (y no miento), “pero qué olor que hay en este tren.” Acto seguido -yo no salgo de mi asombro- toma una pequeña botellita con perfume, vuelca un poco entre sus manos (huele muy bien), y se las refriega, moviendo la cabeza, como negando, como no pudiendo creer la situación que la tenía atrapada ella y, supongo también, la situación que tenía atrapada a toda Italia, desde la llegada de estos, nosotros.
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9 comentarios:
esa imagen que has puesto en la publicacion, me recuerdan a mis abuelos italianos.
un saludo amigo. matias
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Siempre vuelvo sobre lo mismo... y probablemente seguiré volviendo... Creo sinceramente que la elección entre izquierda y derecha es de una naturaleza profundamente estética... Las razones entre Liberales y Socialistas tiran igual de fuerte hacia lados contrapuestos, si uno las analiza desprejuiciadamente... El ideal Socialista puro es tan bueno como el ideal autenticamente Liberal puro (o a lo sumo, dependerá en un supuesto particular, de las mayores virtudes imaginativas de algun escritor en cuestión . Yo particularmente creo que hay grandes escritores en ambos bandos. La literatura buena, siempre es buena) Y bajando a la realidad pareciera que nos encontramos con que las fallas que presentan ambos sistemas son iguales de dañinas y nefastas... (en un sistema el latigo lo tienen los burocratas; en otro lo tienen los empresarios). El contrafacto al apoyarse en idealidades siempre dará buenas razones a liberalies que dirán que estamos mal por el socialimso o liberalismo contaminado que existe (en un sistema en donde impera el capitalismo); y los socialistas dirán que el problema es el socialismo corrupto; e infectado de egosimo capitalista que existe (en un sistema donde impera el socialismo).Esto se debe a la muy sencilla razón de que la teoría pura es eso; y siempre queda icolume y/o es imposible de ser refutada. La realidad al no adecuarse nunca del todo a la teoría no puede tacharla de falsa. Esto que todos sabemos solemos olvidarlo con facilidad; y a más, la supuesta solución que es intentar ofrecer teorías que se acerquen más a ese estado ideal de cosas lejos muchas veces de ser una solución, reflota en problema en un segundo nivel; ya que cada uno se quiere acercar mas a ese ideal puro que pensó; y propone dosis mas pequeñas hacia ese ideal puro...
En fin, no se si se entendió algo de lo que dije. Pero lo concreto para mí es que hay algo con los socialistas y/o izquierdistas que me hizo; me hace y me hará siempre observarlos con un profundo cariño; pese a sostener ideas Liberales. Y es ese desprecio profundo por el elitismo; ese magnifico y precioso desprecio irrracional y viscera hacia esa paquetería diferenciadora; ese rechazo hacia toda construcción aristocratisante; supuestamente sobresaliente; profundamente discrimandora y con un afán diferenciador que muchas veces provocan lo pero (o lo mejor) de uno... Es cierto que desde el plano "intelectual" alguna vez he sentido lo mismo de los socialistas (Cuando paquetamente intelectuales; se horrorizan cuando en un bar tomando cerveza alguien cita Showmatch. Oh !! exclaman, como te atreves a citar eso !).
En fin Roberto, comparto el mismo desprecio hacia la Italia paqueta del norte; y no se porque; pero también intuyo que voy por el camino correcto.
Rechazo profundamente los dobles apellidos tan comunes aquí, en el norte de Argentina. Rechazo todo ese afán aritocratizante y diferenciador sin sentido; absurdo; absolutamente injustificado. Y rechazo a esa intelectualidad elitista; que ahora (espero no te sientas tocado) se da el lujo de que le gusta el futbol (pareciera ser cool) pero que habla del arte (sea música, cine, pintura) con un profundo aire elitista; rechazando (por feo, vulgar (?), poco virtuoso (?)); antiestetico; ciero arte popular y/o expresiones seguidas por multitudes...
Yo por eso, hoy por hoy, ya no me animo a ser un paternalista intelectual... Rechazo ciertos contenidos, pero solamente para mí (y claro, mas de una vez me los permito).
Pero pienso que el paternalimso intelectual (no mires Tinelli; vayamos a alentar y a sufrir por el equipo) tiene tanto fundamento como el elitismo social... Enaltecer a quien la practica; a quien la ejerce. Saludos y muy bueno lo de Italia.
Che, Roberto, la proxima vez que viajes en tren, bañate!!!!!!!!!!!!! que te pensas? que estabas en el Sarmiento???
baniar me banie dos veces por dia, pero en todo caso la cosa no era conmigo, yo estoy entre los blanquitos
Y se te pego la baranda del Sur...
Me asombra que mucha gente tenga este idea del norte de Italia. Yo vivo en la 'pianura padana', cerca de Bologna pero acà, la lega lombarda, pensamos que es una mierda. El 'leghista' es un pobre tipo que tiene como maximo razonamento que 2 mas 2 es igual a 4, no puede pensar que tambien 2 por 2 es igual a 4. Todos los problemas que tiene la 'padania' llegan de afuera, del sur, de la Africa, de la Rumania (antes era de la Albania). Nunca los problemas pueden ser autoctono.
Pero el norte no es solo lega o berlusconi y, por suerte, no todo tiene el feo olor del racismo.
Los argentinos estan acostumbrados a pensar que los italianos mas parecidos a ellos, sono los del sur, gente calurosa. Y es verdad. Yo, nacido en Bologna, pienso que los de Milano y Torino sono gente frìa. Acà en Italia conocì cordobeses frìos y tambien con defectos mas importantes (todos los argentino sono asì)? Despues de casarme, en Argentina con una muchacha portena, conocì argentinos calurosos y buenos(todos los argentinos sono asì)?
Entiendo pero que un olor, una molestia esta libre en el aire del norte.
Muy buenos los comentarios y tambien la descripcion del pais y de la gente de Italia.
chau
Fabrizio
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